Una mujer le pidió a su hermana que cuidara de su hija hace tres semanas, pero la noche del pasado jueves, la menor de edad fue hallada muerta en una cama.

El hecho sucedió en la parroquia rural de El Quinche, al nororiente de la capital.

Según la Dirección Nacional de Muertes Violentas (Dinased), la persona que denunció el hecho fue la misma tía que se quedó a cargo de la pequeña.

Ella les dijo a los agentes que, el martes, la niña se había caído desde la cama donde supuestamente estaba jugando sola y se golpeó en la frente.

Además, les contó a los investigadores que no la llevó a un centro de salud porque no tiene posibilidades económicas.

La mañana del jueves, la señora y su esposo habrían salido a trabajar dejando a su hijo, de 11 años, a cargo de la infante.

Cuando entrevistaron al menor de edad, este les dijo a los agentes que, a las 15:00, la pequeña se había tropezado con un objeto, golpeándose en la misma zona de la cabeza.

El chico subió el cuerpo de la niña a la cama y minutos después, al ver que ella no respiraba ni se movía, salió a buscar ayuda con una vecina. Ella llamó al ECU-911 para alertar sobre el hecho, pero cuando llegaron los paramédicos del Cuerpo de Bomberos solo confirmaron el deceso de la criatura.

Según el profesional que la atendió, la causa de la muerte fue por un golpe en el cráneo.

Sin embargo, cuando en el Departamento de Medicina Legal realizaron la autopsia del cadáver, se determinó que la pequeña había fallecido por una hemorragia aguda interna. Tenía, además, el hígado lacerado por un fuerte golpe en el abdomen.

Esto dio un giro en la investigación y la Policía retuvo al adolescente y arrestó a sus padres. Se trataría de un homicidio por maltrato infantil. Los sospechosos fueron llevados hasta la Unidad de Flagrancia para iniciar el proceso judicial y determinar responsabilidades.

La mujer que era responsable del cuidado de la pequeña registra una contravención en la Función Judicial por amenazar a otra persona. Hasta el cierre de esta edición no se realizaba la audiencia en contra de los tres involucrados.

MÁS CONTROL

Amanda Salgado, abogada y activista de Derechos Humanos, señaló que en este caso pudo existir una normalización de la violencia en el círculo familiar de la víctima. “Cuando un adulto le dice a una niña que ese tipo de acciones está bien, ella se confunde”, comentó.

Salgado señaló que existen indicadores para poder identificar si una pequeña sufre maltrato infantil. Algunas de ellas son el cambio de conducta, la pérdida del apetito, trastornos del sueño y aislamiento social.

La jurista enfatizó que el Estado debe estar vigilante y garantizar los derechos de los niños mediante entidades como el Ministerio de Inclusión Económica y Social.

Este Diario omitió los nombres de los implicados al ser una menor de edad la víctima.