En una ciudad que registró 8,8 % de desempleo en el primer trimestre de 2024, los negocios son una alternativa. Sin embargo, muchos en Quito no son legales o funcionan con otros giros totalmente distintos a los que constan en papeles. EXTRA recopiló los casos más insólitos detectados en lo que va del año.

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En las calles Murgeón y Jorge Juan funcionaba un centro de atención a adultos mayores, cuya Licencia Metropolitana Única para el Ejercicio de Actividades Económicas (LUAE) es para una licorería. ¡Insólito!

En el barrio Las Casas, que los vecinos conocen como una zona de ancianatos. “Siempre nos pasan dejando volantes, pero no sabemos si son legales o no. Entendería que para cuidar abuelitos deben tener todo en regla”, comentó el dueño de una tienda.

El morador, que evitó identificarse, relata que en la Villa Azucena el letrero ya fue retirado. Funcionó por varios meses así, pero no recuerdan si antes, en efecto, hubo algún expendio de licores.

Lira Villalva, supervisora de la Agencia Metropolitana de Control, explicó a EXTRA que el geriátrico fue intervenido y que se inició un proceso administrativo sancionatorio. “Todavía no se ha clausurado porque los adultos mayores no han terminado de ser trasladados a otros lugares”.

Según los informes, dos de las abuelitas que estaban en el sitio tenían al parecer complicaciones médicas, dificultándose así su movilización. También se verificó que el hogar para adultos mayores no contaba con personal de salud calificado que registre algún título que avale tal trabajo.

Una de las formas para que los inspectores sancionen estos sitios son las denuncias ciudadanas. Fue lo que pasó en Tumbaco, nororiente de la capital.

La AMC clausuró un crematorio por mal uso de la LUAE. Las denuncias habían detallado que desde el interior de una funeraria estaban produciéndose olores putrefactos, por lo que se sospechaba de la incineración de cuerpos.

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Al momento de inspeccionar el lugar, se confirmó que dentro del velatorio existían varios hornos de altas temperaturas y que se realizaba la incineración de restos humanos sin la correspondiente autorización municipal. “Fue necesario ir a la madrugada, porque cuando los inspectores iban en el día (desde el negocio), buscaban la forma de ocultar esa actividad”, agregó Villalva.

Otra forma de funcionamiento por ‘la izquierda’ es ‘estirar’ las licencias, pues ha sido común hallar tiendas o bodegas expendiendo licor. “También hemos encontrado restaurantes que funcionan como discotecas”, reveló la funcionaria.

Por ejemplo, en La Coruña, norte de Quito, en menos de 24 horas la AMC repuso un sello de clausura (por tercera vez) a un night club que funcionaba de manera clandestina. Allí, además de encontrar a varias mujeres, se descubrió la tenencia de varias armas blancas y volantes con las que se promocionaba su actividad.

También rescataron a dos perros de raza tipo pitbull que se encontraban en la terraza con signos graves de desnutrición y abandono.

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