Exclusivo
Drama

Catorce y nueve años tienen los hijos de Carlos y Jesenia. Los tres meses de su ausencia se les han vuelto eternos.Cortesía

Naranjal: Su hijo está por nacer y el padre sigue desaparecido

Hasta con espiritistas han buscado a Carlos Rosero, quien hace tres meses 'se hizo humo' en Puerto Inca, luego de ‘camellar’. Su familia cree que él está en manos de alguna banda organizada

Jesenia Calle se acerca a su octavo mes de embarazo. Sus hijos y demás familiares, en lugar de estar felices por el nuevo integrante, están cabizbajos, pues el padre de la criatura, Carlos Javier Rosero, desapareció desde el 4 de diciembre de 2022.

El hombre, de 34 años, estaba en una gasolinera del recinto Puerto Inca, cantón Naranjal (Guayas). Dicho sitio era su base para hacer fletes con su moto. Terminaba la jornada y se dirigía a casa, pero nunca llegó. Solo tenía dos meses en ese ‘camello’.

Karen Vera Rosero, hermana de Carlos, está indignada, pues afirma que no ha contado con mayor apoyo de parte de la Policía. Según ella, son pocos los recorridos que han hecho con los agentes, quienes a su parecer nunca quisieron ingresar a lugares donde hay presencia de bandas organizadas.

Pero eso no ha impedido que ella y sus familiares busquen a Carlos. Han ido a plantaciones de banano, cacao y caña de azúcar, en Puerto Inca, no han acudido a otros cantones por temor. “Creemos que alguna banda lo tiene en Taura o El Triunfo”, dice Karen.

Incluso, han acudido a espiritistas y parapsicólogos, siete en total. Todos les han dicho que él está vivo; una les dijo que lo mueven de un lado a otro.

La ñaña cuenta que también recibieron falsas alarmas y mensajes maliciosos: “Nos llamaban o escribían y nos decían: “Nos han contado que lo han descuartizado y lo han botado por allá. Íbamos y nada”.

Jesenia tomó una foto de la entrada a Arenillas. Ella piensa mostrarle la imagen a su esposo y decirle que por él llegó hasta El Oro.Cortesía

Su familia no tiene paz. “Estamos pendientes de las noticias y redes sociales, si aparece un muerto no identificado, hacia allá vamos”, manifiesta Karen, quien ha avanzado hasta la morgue de Guayaquil. Sostiene que le tocó abrazarse con una señora desconocida, quien buscaba a su hijo, ambas lloraron y se consolaban.

Hace 10 meses, la madre de Carlos y Karen falleció por un aneurisma. Su hija indica que fue lo mejor. “Dios es perfecto y sabe cómo pasan las cosas. Ella no hubiera resistido lo que estamos viviendo”.

La tristeza de su cuñada y sobrinos es muy grande. “El de 9 años llora al comer y se pregunta: “¿Papá estará comiendo?”, dice entre sollozos su tía.

Jesenia ha sido la compañera de vida de Carlos por 15 años. Habla poco y trata de ser fuerte para sostener emocionalmente a sus vástagos.

“Ellos viven con la esperanza de que su regreso está cerca, piensan que papá va a estar cuando nazca su hermanito. Yo le pido a Dios que vea nuestro sufrimiento y lo traiga a casa”, concluye la mujer, quien solo quiere que la incertidumbre desaparezca...   

Volantes así han impreso los parientes de Carlos Javier.Cortesía

Gastan el dinero que no hay 

Cerca de unos $ 800 han invertido en la búsqueda de Carlos: impresión de volantes, pagar fletes de motos para ‘peinar’ ciertas zonas, sesiones espiritistas y más.

Toda la familia ha hecho la ‘vaca’, pero los recursos no alcanzan, por eso les ha tocado hacer rifas, bingos y venta de dulces.

Jesenia cuenta que ella y sus hijos viven por la generosidad de sus familias, tanto la de ella como la de Carlos, quien era el proveedor del hogar.

Ahora le toca vender comida o golosinas para ayudarse con los gastos de la casa.

Respecto al parto, Karen señala que irán a un hospital público; ellos quisieran que Jesenia alumbrara en una clínica, por la condición en la cual están las casas de salud públicas, pero 8 ‘gambas’ les cuesta hacerlo particularmente. 

Si tiene información del paradero de Carlos, llamar al 0993045835 - 0982288003.