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Ñaños de sangre y ‘plomo’
Wacho se ‘bajó’ a dos hermanos, uno vestía chaleco policial. Al parecer iban a cometer un delito. Las víctimas y el sospechoso tienen antecedentes.
Los hermanos Marco Antonio y Juan Francisco Lituma de la A eran inseparables. La noche del sábado salieron de sus hogares con el pretexto de que iban a realizar un trámite. Horas después sus familiares fueron alertados de una doble desgracia: ambos habían sido asesinados a bala.
Los cuerpos de los ñaños fueron hallados boca abajo, en un sector desolado del recinto Sabana Grande, en Progreso, parroquia rural de Guayaquil.
De acuerdo a la información proporcionada a la Policía por el conductor del taxi en el que se movilizaron los hermanos Lituma, Marco Antonio le solicitó una carrera hasta Sabana Grande, pero antes, en la avenida Zenón Macías (Playas), recogieron a Washington Cedeño Rosales.
Los ñaños y Cedeño se bajaron del auto. A los pocos minutos se escucharon los disparos.
Marco Antonio vestía una chompa reflectiva con el logotipo de la Policía, pantalón café y zapatos deportivos blancos. Su hermano, Juan Francisco, llevaba una chompa azul, jean y calzado negro.
El mayor Esteban Pesantes, jefe de la Unidad de Muertes Violentas de la Dinased, Zona 8, informó que los dos recibieron los impactos de proyectiles en la cabeza. Mientras que al taxista, al tratar de escapar, le dieron un tiro en la espalda.
“El responsable es conocido como Wacho. Uno de los fallecidos portaba una chompa con similares características a la de la Policía. Los occisos tienen varios antecedentes penales”, explicó el oficial.
Pesantes manifestó que el vehículo fue abandonado en el ingreso a Posorja y que ocho horas después del doble asesinato el sospechoso fue detenido en su domicilio, donde también se halló un arma de fuego.
“Durante la audiencia de flagrancia, en la que le dictaron prisión preventiva, el detenido no dio información de los motivos que lo llevaron a cometer el hecho. Presumimos que estas personas estaban equipándose con uniformes policiales porque iban a cometer un delito y querían pasar desapercibidas”, indicó Pesantes.