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Según los testigos del hecho, el hombre habría estado agonizando cerca de cinco minutos.René Fraga

¡Murió luego de golpearse la cabeza contra una vereda!

EL cadáver del hombre fue levantado cuatro  horas después del suceso. Muchos moradores creyeron que era una víctima más de la COVID-19. 

César Pilamontes murió la mañana de este sábado, 15 de agosto del 2020, luego de que al parecer se cayó y se golpeó la parte izquierda del cráneo con el filo de una vereda. El hecho se registró en el sector de Chilibulo, en el sur de la capital.

Amparo Cárdenas, hermana del fallecido, contó que su pariente bebía licor y hace poco le habían detectado cirrosis hepática. Según la mujer, su pariente estaba medicándose antes de que se iniciara la pandemia por la propagación del coronavirus. Sin embargo, desde que la población estuvo aislada en sus domicilios, César habría dejado de comprar los medicamentos.

Además, la saturación del sistema hospitalario que se encontraba lleno a causa de los pacientes con COVID-19, impidieron que la familia del hombre, de 58 años, lo lleven a una casa de salud. “Teníamos miedo de contagiarnos”, comentó Cárdenas.

La señora se enteró por rumores de sus vecinos que su hermano estaba tendido en el suelo en una calle del sector. Ella no lo creía porque lo vio a las 07:30 caminando por el barrio, pero cuando se acercó a la escena vio que junto al cadáver, que permanecía cubierto con un plástico, estaba botada la gorra anaranjada con la que le vio salir a su ñaño horas antes.

Los policías no dejaron acercar a los moradores hasta que llegara una ambulancia y comprobara la causa del deceso porque muchos habitantes suponían que el señor murió con coronavirus. Cuando un médico del Ministerio de Salud le tomó los signos vitales, comprobó que estaba muerto. Luego le revisó para ver si tenía alguna señal que evidenciara que haya estado infectado, pero el galeno indicó que su muerte había sido por un golpe en la cabeza.

Uniformados de Medicina Legal se llevaron el cuerpo hacia la morgue, cuatro horas después de que se haya registrado el suceso. Mientras tanto, los familiares de Pilamontes conversaban para reunir los 1.100 dólares que necesitaban para el ataúd y el entierro de su pariente. El hombre tenía cuatro hijos y vivía con uno de ellos.