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Guayaquil: Una mujer celebró San Valentín junto a su pareja dentro de ‘cana’
Llevan cinco años de ‘relación tras las rejas’; sin embargo, se buscan modos para mantener viva ‘la llama del amor’ afuera y dentro de la cárcel Regional de Guayaquil. El martes 14 de febrero lo pasaron 'juntitos'
El amor lo puede todo, es una de las frases más populares para describir el compromiso que tiene una pareja y, Susana, una guayaquileña de 33 años, lo sabe muy bien.
La mujer lleva cinco años de relación con Alberto, ‘Negrito’, como le dice de cariño. Asegura que lo adora, que con él quiere formar una familia; comprar una casa, un carro y un restaurante “para ayudar a los más necesitados”.
Sin embargo, lo ‘único’ que los separa son muros de contención, alambres de púas, policías fuertemente armados y unos largos barrotes de hierro.
Alberto es uno de los 4.929 presos que cumple su pena en el Centro de Privación de Libertad Zonal 8, conocido como la cárcel Regional, en Guayaquil. Su reclusión, asegura Susana, no ha impedido experimentar una relación a plenitud. Se han dado modos para mantener viva la ‘llama del amor’. De hecho, ayer terminaron San Valentín juntos, en la sala de visitas.
El hombre, de 36 años, y oriundo de la provincia de El Oro, la sorprendió con un detalle en la mañana. Le mandó con un mensajero un regalo lleno de globos, chocolates y fotos de él junto a Susana. Luego le envió un mensaje vía WhatsApp en el que -entusiasmado- le decía que quería celebrar con ella el Día del Amor y la Amistad. “Solo te digo que toda la vida no va a ser así. Ya me falta menos que antes...”
Incondicional
Alberto lleva siete años recluido en prisión y según su condena deberá cumplir dos décadas tras las rejas. Susana asegura que tiene la esperanza de que solo cumpla 10 años y salga bajo el régimen de prelibertad por beneficios penitenciarios. “Estaré esperándolo contenta”.
La mujer trabaja cerca del centro de rehabilitación y conoció a ‘su Negrito’ hace cinco años, mientras fue a visitar a un familiar quien también estaba recluido. “Nos presentaron, nos hicimos amigos y en poco tiempo nació el amor”.
Desde ese entonces sus emociones han sido intensas. Asegura que un ‘amor tras las rejas’ es “vivir muchas batallas, sufrimiento, suspensión de visitas por pandemia, masacres...”.
Pese a esto, la pareja se busca modos para mantenerse en contacto y seguir enamorándose. Susana comenta que cuando tienen tiempo realizan videollamadas y se cuentan los chismes de la semana.
Alberto, por su parte, suele enviarle regalos que los elabora en los talleres y oficios que practican los privados de libertad.
Susana tiene sus preferidos y los guarda con recelo: un perrito elaborado con material reciclado, un bonsái de papel colorido, un origami con forma de corazón... “También me ha hecho pasteles de chocolate con mi nombre y corazoncitos”.
Visitas
Durante los cinco años de relación, el martes 14 de febrero de 2023 fue la primera vez que Susana pudo coincidir con Alberto por San Valentín.
Por políticas del penal está prohibido ingresar dulces, pasteles o algún presente; sin embargo, la mujer fue vestida con una blusa blanca “en símbolo de amor y de paz”.
Antes de la pandemia por el ‘bicho’, Susana recuerda que tenía la posibilidad de ver a su pareja cinco veces al mes. Ahora solo tienen dos oportunidades. Una visita familiar y otra íntima, cada dos semanas.
Y pese a que la de ayer fue para pasar entre parientes, la mujer aseguró -entre risas- que esperará con ansias cuando pueda estar a solas con Alberto “para igualarse los cuadernos”.
Los nombres de los personajes del reportaje han sido cambiados para protección de su identidad.