Su nombre pasó a la historia de la medicina ecuatoriana. Mónica Gilbert Orús, guayaquileña de 34 años, es la primera cirujana cardiovascular en realizar un trasplante de corazón, en el país. En los últimos 25 años ha habido varias cirugías de este tipo, pero ninguna realizada por una mujer.

La especialista, quien se entrenó en Estados Unidos y en el hospital universitario Fundación Favaloro, en Buenos Aires, Argentina, le adelantó el regalo de Navidad a una paciente quiteña, de 49 años, con pocas esperanzas de vida. El corazón de la mujer (el nombre se mantiene en reserva) era demasiado grande, se ahogaba. Incluso, acostada se cansaba.

En septiembre viajó a Guayaquil para internarse y tras pasar los exámenes médicos aplicó a la espera de un donante, que finalmente apareció. Gilbert realizó la primera intervención, en un hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en Guayaquil, que consistió en la ablación o extracción del corazón del donante, de 22 años.

El órgano fue llevado hasta la clínica Guayaquil, donde se llevaría a cabo la segunda cirugía, la implantación del corazón. Esta operación que duró más de cinco horas se dio el pasado 13 de noviembre.

Entre ambas intervenciones, lideradas por la joven cirujana cardiovascular, hubo más de 24 horas en las cuales participaron un centenar de personas: el equipo del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot), el del hospital donde estaba el donante, los especialistas de la clínica Guayaquil, anestesiólogos, enfermeras, etc. El trasplante fue un éxito, la paciente respondió favorablemente. Aunque ya da algunos pasos, tendrá que quedarse más tiempo en el hospital debido a los chequeos posoperatorios.

El resultado llenó de orgullo a todo el equipo de cirujanos, 16 en total, entre los que estaban 10 mujeres especialistas, una de ellas la cardióloga Paola Morejón.

Herencia

Detrás del apellido de Mónica hay una larga historia y herencia de médicos cirujanos. Es hija del Dr. Roberto Gilbert Febres-Cordero, con quien comparte la misma profesión, y nieta del Dr. Roberto Gilbert Elizalde. Cinco de sus primos también se inclinaron por la medicina, pero en diferentes ramas. Una de ellas es Luciana Boloña, quien fue parte del equipo que trasplantó el corazón.

Gilbert Orús recuerda que la primera vez que entró a un quirófano fue a los 14 años. No la impresionó la cirugía como tal, “lo que me sorprendió fue el trabajo en equipo. La coordinación del personal médico. Todos sabían lo que tenían que hacer para que la operación saliera bien, eso creo que fue lo que más me sorprendió. Ni siquiera hablaban. Era como una coreografía de ballet, todos sabían lo que les tocaba hacer en su momento”.

Para esta entrevista que le otorgó a DOMINGUERO, la cirujana sacó unos minutos de su apretada agenda. No se siente cómoda con las fotos ni las entrevistas, no está acostumbrada a ellas, sin embargo, accedió amablemente por la repercusión del hecho.

¿De dónde nace lo de ser médico?

Fue algo que absorbí de mi familia, fue la profesión que toda mi vida vi y me terminó gustando.

Cuando tiene que operar, ¿reza, le pide a Dios que le dé fortaleza?

Sí, le pido a Dios que me dé fortaleza para trabajar, es necesario, porque de lo contrario no podría sostener toda la presión y todo lo que se tiene que hacer y pensar con los pacientes.

¿Qué se le viene a la mente cuando tiene al paciente frente a Ud.?

Que este paciente confió su vida en nosotros y tenemos que hacer nuestro mejor trabajo para que salga bien.

¿Qué pasa si sucede lo contrario? ¿Ha pensado en eso?

Sí, claro que sí. Es duro, pero a veces hay cosas que solo Dios puede resolver y sabe por qué pasan y que nosotros no podemos, por más que usemos toda nuestra inteligencia, entrenamiento y todos nuestros recursos. A veces hay cosas que suceden y que ya no se pueden controlar. Evitamos que eso ocurra, y para eso nos entrenamos y trabajamos, por eso chequeamos todo; pero sucede que el resultado es lo contrario a lo que uno espera.

¿Le ha pasado una situación de esas?

Sí ha pasado, a todos nos pasa.

¿Cómo cae en ese momento? Se deprime...

Es duro, pero también al mismo tiempo es nuestro trabajo. Creo que si uno hizo su mejor labor, la conciencia queda tranquila.

¿Puede dormir en paz?

Es complicado, pero uno tiene que dormir tranquila si se hace el trabajo bien, y lo hace de forma honesta y está preparada para hacerlo. Nunca voy a hacer algo para lo cual no esté preparada. Hay que ser honesto respecto a cuáles son tus capacidades.

¿Cuántas horas pasa dentro del quirófano?

De 6 a 7 horas diarias. Realizo una operación grande al día y otra de menos tiempo; cuando hay que colocar catéteres o marcapasos son de una a dos horas. No son fáciles, pero sí más cortas.

Cómo mata la presión y el estrés.

Haciendo ejercicios y yendo al psicólogo. Es necesario hacerlo. Así como uno cuida su salud orgánica, debe cuidar la salud mental. Es igual de importante.

¿Le ha pedido consejos médicos a su papá?

¡Siempre! Los años de experiencia cuentan. Hay que recordar que la experiencia vale un montón.

¿Qué diría su abuelo de este logro?

Estaría orgulloso de vernos trabajar en conjunto acá, porque hay nietos de todas las especialidades.

¿Sabe que ha empoderado a las mujeres con lo que ha hecho?

Esa es la idea, es el objetivo. Que se empoderen y que se den cuenta de que pueden hacer lo mismo que los hombres. De los grupos de cirugía cardiovascular a nivel internacional solo el 2% son mujeres.

Cosas del corazón

¿Qué tan rojo es el corazón?

¿Rojo? Tal vez de todos los colores, menos rojo, roja solo la sangre.

Y su corazón cómo está, ¿late por amor?

No, esas cosas no se hablan, solo lo profesional (se sonroja).

¿Cómo lo mantiene?

Está sano, hago ejercicios tres veces a la semana, como poco y subo siempre las escaleras.

¿Qué se puede hacer con las personas que tienen el corazón roto?

Si está roto sentimentalmente que vayan a buscar ayuda psicológica o a alguien que los ayude y si es roto, roto, que acudan donde un cardiólogo.

Tips para un corazón sano

-Alimentarse sanamente, evitar comer a deshoras y en muchas cantidades.

-Hacer actividad física, de ser posible, diaria.

-Evitar el estrés, que a muchos les cuesta, por lo menos saber manejarlo o buscar la forma.

- Meditar.

-Buscar ayuda psicológica.

Más de ella

*Guayaquileña

* Fue escolta y abanderada en los colegios donde se educó.

* Estudió en reconocidos centros médicos de Estados Unidos y Argentina.

* En la Universidad Católica de Guayaquil obtuvo el premio a la excelencia académica por el mejor promedio estudiantil.

*Ha escrito un sinnúmero de publicaciones médicas.

* Realizó el primer trasplante de corazón desde que se inició la pandemia por la COVID-19.

* Soltera

* Tiene una hermana.