La mañana de este 12 de octubre se hizo pública la resolución a la que llegó un juez de la Unidad Judicial de Quitumbe, en el sur de Quito, luego de una audiencia de flagrancia contra dos detenidos por intentar robar un cajero. Entre ellos se encuentra un militar en servicio activo con el rango de cabo segundo.

El caso se registró la madrugada del viernes cuando un grupo de investigadores policiales supo, con labores de Inteligencia, que una banda de delincuentes haría explotar cajeros automáticos. Fue así que los uniformados se movilizaron hasta la avenida Maldonado, sector Guajaló, y en las calles Borbón y Manglaralto vieron a dos tipos en actitud sospechosa.

Cuando se acercaron para hacer una revisión, los tipos huyeron en un vehículo y arrojaron por la ventana una mochila. A pocos metros fueron interceptados y al revisar la maleta se percataron de que había explosivos. Además los sospechosos tenían un cincel y un combo.

Los investigadores verificaron la identidad de ambos cuyos nombres son Vladimir Gonzalo Gallardo Salazar y José David García Suárez. Este último es miembro activo de las Fuerzas Armadas.

Una vez aprehendidos, se llevó a cabo la audiencia de flagrancia, en la que se relató los hechos en el que se hablaba de un intento de robo a un cajero, el cual no logró consumarse. Fue por ello que el delito por el que los procesaron fue por tenencia de armas.

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La defensa del uniformado detalló que era injusto que detuvieran a su representado ya que no cometía ningún delito. Para confirmarlo, el abogado dijo en la diligencia que García Suárez estaba afuera de su domicilio y presentó pruebas.

Fiscalía tomó en cuenta esto y desistió de solicitar la prisión preventiva, tanto para el militar como para su acompañante. Fue así que solamente les dieron medidas alternativas y no podrán salir del país.

Esta no es la primera vez que García Suárez es procesado por la justicia. El 31 de mayo de este año fue detenido por el delito de usurpación de funciones, según la Judicatura.

Esa fecha, el militar llegó a una maternidad del sur de Quito con una orden de la Fiscalía General del Estado que le permitía, supuestamente, hacer labores de Inteligencia con drones. Además dijo que su rango era de teniente.

Los guardias no le permitieron el ingreso al uniformado y llamaron a la Policía, la cual envió un contingente. Hasta eso, el cabo había huido pero regresó nuevamente y se topó con los policías. Los gendarmes revisaron la orden y se percataron que estaba falsificada.

Sin embargo, y a pesar de la pruebas, García Suárez no fue procesado y quedó en libertad. Ahora se espera conocer cuál será su futuro en el Ejército, ya que la entidad castrense envió un comunicado afirmando que no tolerará este tipo de actos.

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