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“Mi hijo resucitó para aceptar al Señor”
Padre de joven accidentado relata que con oraciones habrían logrado la manifestación de fe para que la víctima pueda arrepentirse de sus pecados
Siente una paz grande en su corazón. Hamilton Portilla está convencido de que su hijo Dayr, quien falleció en un accidente en motocicleta, resucitó, momentáneamente, para aceptar al Señor.
“Oramos con fe y con esa certeza vimos el milagro de Dios”, señaló con convicción el hombre, quien el pasado viernes trataba a toda costa que los médicos atiendan a su vástago y le certifiquen que tenía signos vitales. No obstante, eso nunca se dio y al final tuvieron que sepultarlo, pero con la certeza, según él, de que revivió para arrepentirse de sus pecados y partir en gracia con Dios.
El joven, de 25 años, salió de su casa la noche del jueves 10 de junio a realizar piques en su moto; sin embargo, por el kilómetro 9 de la vía Quevedo-El Empalme, se chocó frontalmente con otra moto del mismo grupo de corredores.
Amigos auxiliaron a los dos motorizados y los llevaron al hospital de Quevedo. Uno quedó asilado con pronóstico reservado, pero Dayr Portilla fue declarado muerto.
Como no había nada qué hacer, los agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) arribaron al centro asistencial para realizar el levantamiento del cadáver. Lograron embarcar al fallecido en el vehículo de Medicina Legal; pero cuando llegaron al anfiteatro del cantón riosense, los familiares y amigos de Portilla no permitieron que lo ingresen para la práctica de la autopsia porque, según decían, aún tenía signos vitales.
Y en medio de una situación controversial entre deudos y agentes, los Portilla lograron llevarse el cadáver a su casa, en el sector El Pantano, donde un médico particular les habría asegurado que Dayr estaba con vida. Pese a ese supuesto diagnóstico, se levantó una capilla ardiente y pusieron a la víctima en un ataúd para velarlo, pero nada de eso les hacía cambiar la idea de que todavía estaba vivo. Por eso esperaban a que el extinto, de un momento a otro, se levante como Lázaro, el personaje bíblico.
Según Hamilton, después de cuatro horas de intensas oraciones con pastores evangélicos se les hizo el milagro.
Tras este hecho del que aún se comenta en el vecindario, sacaron el cuerpo del corredor de moto del cofre mortuorio y lo llevaron hasta una clínica, donde les indicaron que estaba muerto.
“Revivió solamente para aceptar al Señor Jesucristo. Él se sonrió, le apretó la mano a la hermana y lloró. Todos se admiraron al ver que revivió, nosotros nos alegramos”, asegura Hamilton.
Considera que esa fue la manifestación de Dios y que solamente le dio a su hijo la oportunidad de arrepentirse de sus pecados ante ellos para poder dar ese testimonio.
El cadáver de Dayr fue sepultado el sábado 12 y sus familiares quieren recordarlo como alguien que siempre luchó por sus sueños.
Buscaban salvar el alma del muchacho
La líder cristiana Teresa Correa explica que cuando una persona fallece existen varias etapas para aceptar una muerte y mientras eso sucede las personas tienen reacciones con el duelo.
Considera que la familia, al tener conocimiento de la palabra de Dios, buscaba salvar el alma del muchacho. “Puede ser que en lo sobrenatural pase. Cuando una persona sufre un accidente, como se trató de un impacto, su sangre y su corazón siguieron latiendo, hasta llegar a una muerte terminal”, refiere. (DV)