Poco antes del mediodía, la temperatura en un tren está en los 19 grados, aún cuando no está repleto de pasajeros. Va en aumento de acuerdo al aumento de usuarios. “Ya hay que sacarse la chompa”, dice Carlos Guerrero, uno de los pasajeros.

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Debido a que el metro de Quito es subterráneo las ventanas no se pueden abrir. El trayecto de 35 minutos entre Quitumbe (sur) y El Labrador (norte) parece un poco más tedioso de lo que es. Guerrero ha usado varias veces este sistema de transporte y ha sentido cómo los olores corporales se mezclan, sobre todo en las horas pico. “Es un poco molesto, lo bueno es que el trayecto no dura mucho”, replica.

Durante la administración de Mauricio Rodas se avanzó aproximadamente el 90 % de la obra, incluida la adquisición de los 18 trenes.

Sobre este tema, el exalcalde publicó en su cuenta de X una explicación. “Mi administración logró realizar sin costo adicional para el proyecto una mejora en los aspectos técnicos de los trenes (...) cuentan con la preinstalación completa para una eventual instalación del aire acondicionado”, precisa el comunicado. Esto comprendería: los ductos y los bastidores para los equipos, así como la potencia eléctrica que permitiría que el sistema funcione sin problemas.

EXTRA contactó con el Metro de Quito y desde el departamento de comunicación informaron que “se están haciendo los estudios para ver cuánto costaría la adquisición de ese sistema”.  Además, en un principio no se habría visto la necesidad de colocarlo debido al clima frío de Quito, pero que los trenes sí están listos para esa instalación, que dependerá de la disponibilidad.

Mónica Yánez, otra usuaria del Metro, cree que ese es el único punto a resolver en el metro ya que todo lo demás le parece un buen servicio. “Yo he tenido que ir al hospital varias veces y llego en cinco minutos. Eso antes era imposible”, cuenta.

También dice no tener mucho apuro con la instalación, puesto que la mejora de la movilidad compensa el calor y los olores. “No con eso quiero decir que se olviden”, agrega.

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Rodas precisa también que los pliegos de la licitación para la compra de trenes fueron realizados en la administración de Augusto Barrera y que estos no incluían el aire acondicionado. Metro de Quito insiste en que las unidades tienen un sistema de ventilación para aliviar la sensación de calor.

Para Sonia Bedón, también pasajera, las mejoras van al tiempo de las necesidades. “Poco a poco irán solventando. Lo importante es que se procure la comodidad de todos”, agrega.

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