Cumplieron la amenaza. Hace dos semanas personas que brindan el servicio de taxi, en motocicleta, se habrían rehusado a ser ‘vacunados’ por miembros de una organización criminal y estos habrían jurado vengarse.

La noche del martes 27 de junio dos sujetos en moto corrieron bala a los trabajadores y de quien se encontraba cerca de ellos, sin importarles si había menores de edad y mujeres. Sin embargo, otra hipótesis que maneja la policía es que el hecho también tendría relación con la disputa de territorios para el expendio de droga entre bandas.

(Te invitamos a leer: Empresarios exitosos, los nuevos objetivos de los secuestradores en la zona 8)

Como resultado de este ataque, en la cooperativa Balerio Estacio, en el noroeste porteño, murieron cinco ciudadanos y otros ocho, entre ellos dos mujeres y un adolescente, resultaron heridos.

Las víctimas de esta masacre son: Abraham Israel Pita Evangelista, de 29 años; Pablo Alonso Farfán Pallo (28), Carlos Alfredo Mojica Jaime (52), Carlos Héctor Moreira Herrera (65) y el venezolano José Ítalo Avendaño Méndez, quien ayer debía cumplir 31 años.

Tras las pericias realizadas en el lugar, donde agentes de Criminalística y de la Dinased hallaron seis indicios balísticos calibre 9 milímetros, los cuerpos fueron llevados al Laboratorio de Criminalística y Ciencia Forenses de Guayaquil para las autopsias. A este lugar la mañana de ayer llegaron los familiares de las víctimas. Las escenas de dolor, al igual que en el sitio de la tragedia, eran desgarradoras.

La cónyuge del extranjero, entre lágrimas, relató que José Ítalo no fue alcanzado por las balas, pero su muerte se produjo cuando trataba de evadir los tiros.

“Él salió corriendo y tropezó, al caer se golpeó la cabeza con una piedra, murió al instante. Llegó a Ecuador hace poco más de un año. Tenía dos hijos”, narró con tristeza la mujer con quien el extranjero tenía seis meses de relación sentimental.

La progenitora de otra de las víctimas, Pablo Alfonso, contó que él se ganaba la vida como mototaxista y que había llegado de dejar una carrera cuando se produjo el ataque criminal.

Al instituto forense también arribaron familiares de Carlos Moreira, quienes contaron que desde hace más de una década él laboraba como vendedor de mariscos. “Mi padre no se metía con nadie, era un hombre trabajador y honesto, es una víctima colateral”, aseguró su hija.

Desde el 1 de enero hasta ayer 28 de junio, la Zona 8 conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón registraba 1.236 muertes violentas. 554 más que en el 2022 en el mismo período.

Los distritos con mayor número de crímenes son Nueva Prosperina (392), Sur (199), Pascuales (120), Portete (110), Esteros (97), Florida (90). A diario se registra un promedio de siete a 10 asesinatos.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!