El cuerpo de Cistofer Ortiz será sepultado completamente luego de que apareciera su cabeza un día después de ser asesinado y decapitado en Shushufindi, Sucumbíos.

Este jueves 10 de octubre, su padre Froilán Ortiz recibió la noticia de que el cráneo de su ser querido estaba en el puente sobre el río Doch, en las afueras de este cantón amazónico.

El drama de Froilán comenzó la noche del miércoles, aproximadamente a las 20:00, cuando estaba en su casa, en el barrio Miraflores, y escuchó una balacera en un lugar conocido como La Olla, en el que se reúnen consumidores de droga, según Ortiz. “Mi hijo consumía, pero hace seis meses dejó de hacerlo y empezó a trabajar en una empresa palmicultora”, indicó.

Cuando cesó el tiroteo, Ortiz acudió al lugar y se percató de que su hijo llevó la peor parte en la matanza que dejó cuatro muertos: a Cristofer lo decapitaron y su cráneo desapareció.

Froilán Ortiz se desesperó al ver a su hijo mutilado, por lo que optó por una medida dramática. En sus redes sociales pidió que lo ayudaran para completar el cuerpo del joven, de 28 años.

“Por favor, esta noche mataron a mi hijo, decapitándolo, y se llevaron su cabeza. Por favor, alguien que la encuentre, por favor, avisarme al teléfono (…). Esperando una pronta respuesta”, posteó el angustiado padre.

Hasta la mañana de este 10 de octubre, Froilán no sabía qué hacer, ya que los restos de su vástago seguían en el Centro Forense de Lago Agrio. “Mi mayor dolor es que no se le podrá hacer un entierro digno porque no está completo (el cadáver)”, le comentó a EXTRA.

Pero luego de 12 angustiantes horas, Froilán recibió una llamada de los investigadores: los criminales habían arrojado el cráneo de Cristofer a unos tres kilómetros de distancia de Shushufindi. De inmediato acudió al sitio, pero los policías ya habían levantado su resto faltante. “Tenemos que ir a Fiscalía para sacar un documento que nos autorice a retirar el cadáver completo de mi hijo”, detalló el padre.

Según Froilán Ortiz, su hijo no formaba parte de ningún grupo delictivo. “Yo creo que estuvo acompañando a alguien que no debía. Estuvo en el sitio y hora equivocados”.

En un corto comunicado enviado a EXTRA, la Policía detalló que el “hecho estaría relacionado con un altercado entre grupos delictivos que se disputan el control del microtráfico de drogas en la zona. Las víctimas, al parecer, eran miembros activos del grupo armado organizado (GAO) Los Choneros”.

Y es probable que esta hipótesis sea cierta, ya que un día después de la masacre, un medio local recibió panfletos a través de redes sociales de personas que decían ser de Los Tiguerones. Les exigían que hicieran circular las imágenes para que se volvieran virales.

En los documentos digitales se mencionaba que estos criminales ya se encontraban en Shushufindi y que irían en contra de personas relacionadas con grupos como Los Choneros, Los Águilas, Los Gángsters, Vatos Locos y Los Lobos.

Hasta el cierre de esta edición, no se reportaron detenidos. Además de Cristofer Ortiz, las otras víctimas fueron identificadas como Darwin Hipólito Soliz Landázuri, Alexis Efraín Delgado Ojeda y Brayan Manuel Suárez Falcones.

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