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Los cuerpos fueron llevados a la morgue de Lago Agrio.Cortesía

Masacre en Shushufindi: La orden para matar llegó con una llamada telefónica

Los asesinados estaban dentro de una casa cuando dos tipos armados llegaron en busca de drogas y armas. Dos eran de Los Choneros

Una mujer atestiguó una masacre dentro de su casa cuando su marido y otros tres hombres se ‘pegaban’ sus tragos, en el barrio Nueva Aurora, en Shushufindi, provincia de Sucumbíos, este 12 de enero. Este 13 de enero, EXTRA accedió a un informe preliminar que da detalles de la matanza.

El hecho fue reportado a las 14:00. Una hora antes, las cuatro víctimas, identificadas como David González (18 años), Roberto Nazareno (19), Felipe Nazareno (15) y Samuel Barco (23), estaban en la casa de la pareja de este último, quien habló con la policía luego del ataque armado.

Ella les dijo que la puerta de ingreso estaba abierta y llegaron dos sujetos armados, quienes pusieron a todos los hombres bocabajo para preguntarles dónde estaban las armas y las drogas. En ese momento, uno llamó por teléfono para preguntar “quién era el culpable”.

La persona al otro lado del teléfono solamente les especificó que mataran a los tipos que tenían una gorra roja y otra negra; pero los asesinos se ‘cargaron’ también a los otros dos, usando armas calibre 9 milímetros y fusiles, según las evidencias halladas.

Dos eran del grupo Los Choneros

La pareja de Barco estuvo todo el tiempo dentro de la cocina junto con sus dos hijas cuando sucedió el ataque. Al escuchar los disparos, las tres salieron corriendo por la parte trasera de la vivienda.

Los armados, en cambio, huyeron a bordo de una motocicleta. Otra moto con otros dos individuos los esperaba afuera de la escena del crimen. Es decir que al lugar arribaron cuatro asesinos vestidos de negro, según los testimonios de otros vecinos, quienes prefirieron no identificarse.

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Una vez que se reportó el hecho a la Policía, se organizaron equipos de investigación que hablaron con parientes de dos de ellos. Una fue la madre de David González, quien dijo que a su hijo lo llamaron las víctimas para que fuera a ‘chupar’ (beber licor), pero que no sabía por qué lo mataron. Lo mismo contó el progenitor de Samuel Barco, quien aseguró que su vástago era agricultor y desde hace ocho meses vivía en la casa donde los acribillaron.

Sin embargo, no todos eran unos ‘angelitos’, según lo recabado por las autoridades. En el informe preliminar se precisa que los hermanos Nazareno formaban parte del grupo terrorista Los Choneros. Por ello, se presume que la matanza fue por una disputa con otra agrupación rival.

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