El proyecto de reforma tributaria, que busca dar “alivio” a los ciudadanos con un menor pago de Impuesto a la Renta (IR) a través de una mayor deducción de gastos, tiene un lado que muchos consideran como "malo". La propuesta, que estaba previsto enviarse este jueves a la Asamblea Nacional, plantea gravar con un 12 % los espectáculos públicos.

La norma de 22 páginas, dispone en su artículo 6, eliminar el numeral 11 del artículo 56 de la Ley de Régimen Tributario Interno, que establece un 0 % de Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los espectáculos públicos.

El experto tributario, Pablo Guevara, explica que de aprobarse esta reforma, eso significaría que las entradas a los eventos masivos como un partido de fútbol, el teatro o conciertos, tendrán un 12 % sobre su costo final. Esto, dijo, no es para el promotor del evento, "será el consumidor final el que deberá pagarlo".

Sin embargo, han sido los promotores de eventos los primeros en cuestionar este planteamiento. Esta medida, que se aplicaría por primera vez en el país, sería "un duro golpe a la música y la cultura, artistas, gestores culturales y empresarios que dependen de esta actividad", dijo Christian Del Alcázar Ponce, vía Twitter. Pues con un IVA, añadió, toda entrada se encarecerá. Esto, "afecta directamente al público lo que causará menores ventas e inversión en el país", advirtió.

PRONÓSTICOS DEPORTIVOS

No es lo único. Con fines recaudatorios, la norma también propone crear un impuesto a los pronósticos deportivos. Las operadoras de las plataformas deberán pagar el 15% sobre su base imponible. Su declaración y pago será mensual.

La propuesta establece que si se realiza una apuesta en una operadora no residente en Ecuador, el jugador (apostador) deberá asumir un 15% de impuesto sobre el valor de su apuesta al momento de realizarla.

Se aplicará una retención del 15% sobre el valor de los premios de los jugadores (apostadores), que será realizado por la plataforma o las instituciones a través de las cuales se acredite el premio.

Con esto, no solo se busca flexibilizar el pago de ciertos impuestos, sino garantizar nuevos ingresos tributarios, en el marco de esta reforma que, el solo aplicarla, crea un sacrificio fiscal de $ 195 millones para el Estado, debido al mayor techo de deducciones en el Impuesto a la Renta que ahora se está incluyendo. 340 mil familias se verían beneficiadas.