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El malecón 2000 es uno de los lugares icónicos de Guayaquil.Archivo / EXTRA

El contraste entre dos realidades: Malecón 2000 vs. Malecón del Salado

Los dos lugares, icónicos para los guayaquileños, enfrentan desafíos para recuperar las visitas. Hay quejas ciudadanas y planes para recuperarlos

Guayaquil cuenta con dos icónicos malecones. El Malecón 2000, un referente turístico, contrasta con el Malecón del Salado, un espacio con gran potencial pero que ha quedado relegado. Ambos comparten el río Guayas como telón de fondo, pero ofrecen experiencias muy distintas.

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El Malecón del Salado, ubicado a un costado del Puente del Velero, solía ser un punto de encuentro para los guayaquileños. Sin embargo, hoy en día presenta un aspecto descuidado, con áreas cerradas y poca actividad. La Plaza de Mariscos, que alguna vez fue un lugar animado, ahora es solo un recuerdo.

El Malecón del Salado: Un tesoro guayaquileño que espera ser descubierto

La falta de mantenimiento y seguridad ha alejado a los visitantes del Malecón del Salado. Las zonas de juegos infantiles se encuentran abandonadas y los pocos visitantes se limitan a sentarse en las bancas. Incluso las actividades acuáticas, como el alquiler de botes, se encuentran paralizadas.

Los habitantes de Guayaquil expresan su preocupación por el estado del Malecón del Salado. Estudiantes, como Juliana Macías, consideran que con una inversión adecuada y actividades atractivas, este espacio podría convertirse en un imán para todos.

Al avanzar hacia La Bota, la imagen cambia ligeramente. Aunque hay algunos locales abiertos, la mayoría se encuentran cerrados y la actividad es escasa. Los ciudadanos consultados coinciden en que el tramo del Puente El Velero necesita una revitalización urgente.

Los locales en la plazoleta son usados por estudiantes para conversar.Miguel Canales / EXTRA

La actualidad del Malecón 2000

La Fundación Malecón 2000, encargada de la administración de ambos espacios, reconoce la situación del Malecón del Salado y ha anunciado planes para su reactivación. Entre los proyectos se encuentran la recuperación de la Plaza Deportiva, la oferta de actividades culturales y deportivas, y la promoción del ocio nocturno.

Uno de los principales desafíos para la reactivación del Malecón del Salado es la inseguridad. La ola delictiva ha ahuyentado a los concesionarios y ha disminuido la afluencia de visitantes.

A pesar de los desafíos, las autoridades y la ciudadanía confían en que el Malecón del Salado pueda recuperar su esplendor. Con una inversión adecuada y una programación atractiva, este espacio tiene el potencial de convertirse en un nuevo polo de desarrollo turístico para Guayaquil.

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Una familia acorta camino para llegar a la 9 de Octubre, desde la calle Aguirre. Pasa por los locales cerrados.Miguel Canales / EXTRA

El contraste entre el Malecón 2000 y el Malecón del Salado refleja la necesidad de una atención equitativa para todos los espacios públicos de la ciudad. Ambos malecones pueden coexistir y complementarse, ofreciendo a los visitantes y residentes una amplia gama de opciones de ocio y recreación.

El futuro del Malecón del Salado está en manos de las autoridades, los empresarios y la ciudadanía. Con el esfuerzo conjunto de todos, este espacio puede convertirse en un orgullo para Guayaquil y un atractivo turístico a nivel nacional.

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