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Una mafia 'invisible' hace base en Ecuador
Se trata de narcocriminales balcánicos utilizan a Sudamérica como centro de operaciones. Estos sujetos logran evadir los controles fronterizos.
Ecuador no es solo uno de los países proveedores de droga de organizaciones narcocriminales de los Balcanes, también es sitio de residencia para algunos narcos europeos.
Los registros oficiales no reflejan cuántos ciudadanos de origen balcánico alberga el Ecuador, pero de acuerdo al portal de análisis global Datos Macro, para 2019 se habían radicado 162. Dentro de esa cantidad consta la segunda comunidad más grande de albaneses en Sudamérica, la primera está en Chile (ver infografía).
Sin embargo, no se puede aseverar que ellos estén involucrados con las mafias del este europeo o que trabajen por su cuenta en el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes, porque generalmente los criminales no sellan sus pasaportes, pues suelen llegar con documentación falsa.
Esto lo confirma César Peña Morán, fiscal de Guayas, quien en los últimos siete años ha tenido a cargo investigaciones de delincuencia organizada y asesinatos, relacionadas con grupos narcodelictivos de esa región.
“Estimo que apenas el 30 por ciento ha ingresado al Ecuador pasando por controles legales. Es evidente que la mayoría busca no dejar ningún tipo de rastro y una gran parte se vale de las fronteras que tenemos con Perú y Colombia para cruzar a pie”, sostiene.
Y es la misma ruta que utilizarían para reunirse con los líderes de los carteles para negociar la sustancia que distribuirán por el mundo, pues el alcance de la mafia balcánica es intercontinental.
Actualmente, esta agrupación transnacional maneja la mayor parte del tráfico de drogas en el planeta, con el 40 % del total, de acuerdo al Reporte Mundial de Drogas, de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El principal centro de operaciones de la mafia balcánica es el este de Europa, en los países que están junto a los Montes Balcanes, también llamados cordillera de los Balcanes. Estas localidades son Croacia, Albania, Bosnia, Macedonia, Serbia, Montenegro y Kosovo.
Según la información de Datos Macro, en nuestro país se han radicado croatas, albaneses y macedonios, pero esa es información registrada oficialmente, en base a datos migratorios.
Sin embargo, Peña sostiene que de acuerdo a sus investigaciones hay también “montenegrinos, kosovares y serbios, porque hemos tenido casos abiertos en contra de personas de estas nacionalidades. También hemos tenido víctimas de atentados. Es por eso que reitero que muchos entran al país de forma clandestina”.
El operador de justicia reitera que “lo hacen de esa manera para poder ir y volver de Colombia por vía terrestre, pues es donde suelen hacer las grandes negociaciones, para el tráfico de drogas a gran escala”.
Y sería por los acuerdos conseguidos con el narcocrimen colombiano que los balcánicos se han asentado y han establecido a Sudamérica como su segundo centro de operaciones en el mundo.
Esto habría sido posible después de la disminución en la ofensiva para la erradicación del cultivo de coca, por parte de los militares colombianos, durante las negociaciones de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según consta en el informe ‘Tentáculos internacionales, puntos calientes globales del crimen organizado de los Balcanes’.
En este reporte, auspiciado por la Iniciativa Mundial Contra el Crimen Organizado Transnacional, se explica que entre 2012 y 2016, el área de cultivos de coca comenzó a aumentar significativamente, justo después de las conversaciones.
Además, se señala que según la Oficina contra la Droga y el Delito (UNODC), de la ONU, el número de hectáreas cultivadas con coca se multiplicó por más de 4 entre 2013 y 2019, pues de 50 mil crecieron a 212 mil.
Eso también permitió que la producción de cocaína pura llegara a 951 toneladas. En el informe se hace énfasis a que todo se debió a la reducción de la ofensiva antinarcóticos y a la suspensión de los programas de fumigación aérea, por orden de la Corte Constitucional colombiana, en 2015.
En 2017, tras la firma del acuerdo de paz, las FARC comenzaron a retirarse de los territorios que ocupaba y eso creó un vacío de poder que comenzaron a ocupar otros actores criminales, sobre todo disidentes que rechazaron la medida alcanzada y ciertas guerrillas pequeñas, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el brazo ‘narco’ del casi extinto Ejército Popular de Liberación.
Al mismo tiempo, la cocaína que se había almacenado desde el inicio de las negociaciones, comenzó a inundar el mercado y “dada la abundancia, carteles colombianos y grupos en Brasil, como el Primer Comando de la Capital (PCC), buscaban nuevos mercados y socios”, se precisa en la investigación.
Es en ese momento que se hace presente la mafia balcánica, la cual ya mantenía una buena posición tras lograr nexos con las diferentes agrupaciones criminales de Italia, las mismas que ya negociaban con los grupos colombianos.
Así se abrió un nuevo mercado para los balcánicos, que los catapultó a ser la mayor mafia del mundo.
“A ciegas”
La falta de un registro exacto de ciudadanos balcánicos en Ecuador complica las labores de los investigadores, pues deben trabajar “a ciegas”, afirma Peña Morán.
No obstante, han sucedido casos como el del ciudadano kosovar Remzi Azemi, que permitió a los investigadores obtener información de una red de la mafia balcánica que operaba en Guayaquil.
El extranjero sufrió un atentado en noviembre de 2017, en las calles Carchi y Primero de Mayo, mientras circulaba en un vehículo blindado, pero su acompañante bajó el vidrio para fumar y eso fue aprovechado por los criminales, quienes no lograron acabar con su vida.
Este hecho permitió a los agentes tomar como evidencia el teléfono del herido y “confirmar que mantenía actividades relacionadas con el narcotráfico”, pero muchos de los nombres que aparecían en los mensajes no pudieron ser corroborados, pues no existían en los registros de ingreso al país.
Cuatro ‘caminos’ para la droga
De las cinco rutas principales para el tráfico de drogas, vía marítima, utilizadas por la mafia balcánica, cuatro nacen en Sudamérica.
Así consta en un informe de la Comunidad de Policías de América (Ameripol), elaborado en coordinación con su par europea, la Europol.
La primera ruta es la denominada septentrional, que tras salir de un país sudamericano del Pacífico, atraviesa el Caribe para dirigirse a Portugal o España. Por esta vía ingresa a Europa el 40 % de la droga, según el reporte.
La otra ruta, llamada Central, sale por el Atlántico y pasa cerca de Cabo Verde (África), para dirigirse hacia las islas Canarias, al sur de España.
Finalmente, la vía Africana, también utiliza el Atlántico para luego recorrer la costa occidental de África, para llegar a España.
Luego de que la droga llega a Europa, se utilizan otras rutas internas para su distribución.
En el informe, Ecuador es citado como país de acopio, redistribución y tránsito de sustancias estupefacientes.
Otro detalle que se menciona, sin precisar una cifra, es que los narcotraficantes hacen gran parte de sus envíos a través de barcos mercantes, con droga oculta en contenedores.