Esmeraldeña, de 70 años, licenciada en educación, ingeniera comercial y defensora de los derechos de las mujeres y jóvenes. Es una de las fundadoras del movimiento Creando Oportunidades (CREO) que surgió desde 2010. En 2018 se desafilió para ejercer sus funciones legislativas como independiente. De mayo a septiembre de 2021 fue ministra de Inclusión Social del presente gobierno. 

Por ahora ve de lejitos los ‘toros’ del poder Legislativo y Ejecutivo. En una pugna que terminó en ‘muerte cruzada ‘y en más inestabilidad, desde su experiencia analiza el panorama.

- ¿Cómo evalúa el panorama político del país?

Digo que es como estar en un rápido, no hay tiempo para reflexionar y los políticos están midiendo su propio partido al margen de las angustias que vive la gente. Estamos en medio de un proceso electoral que hay que hacerle frente.

- ¿Cree que la situación mejorará en las próximas elecciones?

Quisiera decir que sí. La ciudadanía requiere de una dosis de optimismo, aunque es muy difícil cuando la gente está luchando por sobrevivir (...) Ojalá se convierta en la oportunidad de renovar las dos funciones más importantes del Estado: el Ejecutivo y el Legislativo.

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- ¿Cree que se logrará?

El Ejecutivo sí. La Asamblea, no lo sé. Entiendo que algunas figuritas de esas que ya no queríamos ver, volverán. A lo mejor uno que otro nuevo, pero la política exige que sea conocida para que los votantes puedan escoger. Pero es complejo en una elección exprés. Es el momento en el que ya no necesitamos evaluaciones, queremos saber los cómo.

- CREO no presentó candidaturas, ¿es un suicidio del movimiento?

En política uno nunca sabe, porque algunos resucitan. Es un riesgo. Quiero entender desde lejos que fue una decisión analizada con la dirigencia a nivel nacional y ojalá con la militancia. Quién sabe si haya algún acuerdo escondido. Quizá están preparándose para las subsiguientes elecciones, quizá vieron que sus números eran realmente malos y no quisieron quedar en vergüenza. No se sabe. Para mí fue una gran sorpresa. No me parece una buena decisión.

- Usted fue la cofundadora de CREO, ¿por qué se desafilió?

Me gusta que recuerden que fui cofundadora, porque algunos parecen haberlo olvidado. Llegué a CREO pensando que hay una serie de principios necesarios. La gente quiere sentir que las relaciones políticas están cerca del ciudadano, no solamente en campaña, sino de manera permanente. Exigía el respeto a la militancia, siempre lo reclamé. CREO ya se desconectó de la gente.

- También salió del Ministerio de Inclusión Social, ¿preveía los problemas de gobernabilidad?

No, porque estaba en los primeros cien días. Era el mejor momento para el Gobierno, tenía una buena valoración por la vacunación (contra el COVID-19). Para el Gobierno fue necesario renovar la conducción del MIES. Nada más.

- ¿Cómo se llegó a una ‘muerte cruzada’?

El presidente Guillermo Lasso tenía que conectarse con la gente, tenía que darle más fuerza a lo que fueron sus ofrecimientos de campaña, que fue uno de los de los temas que le planteaba. Era necesario que el presidente entendiera lo que estaba ocurriendo en el tema inseguridad, él no lo vio venir. También perdió la oportunidad de plantear acuerdos concretos entre las fuerzas políticas, económicas y sociales.

- ¿Fue oportuna esa decisión?

La ‘muerte cruzada’ lleva a un proceso electoral en vísperas de un nuevo proceso electoral. Y las circunstancias del país no eran propicias para eso. Lo mejor que le podía pasar al país frente a la problemática era el reemplazo por cualquier vía, pero mejor si hubiera sido por la vía de la renuncia del presidente.

- ¿Qué puede hacer el nuevo Gobierno en año y medio?

Ojalá el nuevo Gobierno asuma el reto de ser un verdadero Gobierno de transición. Actuar pensando en reelegirse sería el peor error. Deben entender que en este año y medio no pueden resolver la crisis, pero por lo menos sí pueden afrontar y aliviar la situación de la gente.

- Con la paridad en los binomios hay quienes piensan que no hay buenos perfiles femeninos.

Hay una buena dosis de machismo, que eso no lo hemos podido eliminar. También de racismo y clasismo en las organizaciones políticas. Se escudan en las interpretaciones para decir que la gente no está preparada para votar por una mujer. Hay mujeres presidenciables.

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