Luego de la última conversación con su excónyuge y padre de sus tres hijas, la angustia se apoderó de Isabel (nombre protegido). Durante la madrugada y mañana del domingo 28 de junio, por su mente pasaron los más terribles pensamientos. Pero el amor que Manuel profesaba hacia sus pequeñas le hacía retomar la calma.

Al concluir su jornada laboral, en una empacadora de camarón del Guasmo sur de Guayaquil, Isabel había retornado a su casa. Allí su hermana le manifestó que había recibido unos mensajes de Manuel. Esto la angustió y enseguida se dirigió al domicilio donde habitaba este con las hijas de ambos.

“Al hablar por teléfono con él (01:50) temí lo peor, antes me había dicho: ‘Llama a tus hijas que van a quedar solas, porque me voy a trabajar’, pero al llamarlas fue él quien me contestó. Su voz sonaba nerviosa. Le pregunté por las niñas y me dijo que estaban dormidas. No pensé que podía hacerles daño. Siempre le decía, si quieres hacerle algo a alguien, házmelo a mí, no a ellas”, recordó la mujer.

Una pesadilla

De la noche a la mañana la vida de la joven madre se tornó en una pesadilla. El hombre con quien compartió 15 años de su vida, no solo decidió acabar con su existencia, sino con la de sus tres hijas.

Isabel relató a EXTRA que sus pequeñas amaban a su padre y que por eso hace ocho meses, cuando decidió separarse de Manuel, ellas se quedaron con él. “Mis hijas lo amaban, daban la vida por él, era un buen padre, nunca les faltó nada. Esa noche nos vimos, él llegó a la casa de mi hermana, acompañado de mi hija mayor, me iba a mi trabajo y conversamos unos minutos”, rememoró Isabel con su voz entrecortada.

Luego recordó que tres días antes de la tragedia ellos discutieron y que la noche del sábado 27 de junio, Manuel le volvió a preguntar si se reconciliarían. “¿Vas a volver conmigo?”, le habría preguntado, a lo que ella respondió: “ya te dije que lo estoy pensando, que busques ayuda profesional, que cambies”.

Esa respuesta no había sido del agrado del hombre, quien en tono molesto exclamó:  “No, no, no”.

Los celos no lo dejaban 

La madre de las menores asesinadas mencionó que sus problemas se originaban por los celos de su cónyuge. “Todo lo que él decía se hacía, en los quince años juntos, durante cinco veces me separé de él, la última vez fue el año pasado, estaba embarazada de dos meses y él trató de estrangularme, intentó hacerme lo mismo que hizo con mis hijas”, expresó la dolida mujer.

Contó que el año pasado perdió a la bebé que llevaba en su vientre y que esto ahondó sus problemas dentro del hogar.

“Tenía ocho meses de gestación y a la niña que esperaba le dio un infarto por una impresión que tuve, murió en mi vientre y para superarlo necesité ayuda psicológica, por eso le decía al padre de mis niñas que también buscara ayuda, que no solo los locos la necesitan, pero él me repetía que no, que no la iba a buscar”, explicó la madre.

La doliente aclaró que ella no abandonó a sus hijas y que con la menor de ellas habría conversado de sus intenciones de volver a recuperarlas. “En su inocencia -señaló-, mi niña le habría comentado a su padre lo que le había contado, no sé si esto lo alteró”.

Medicamento para dormirlas

El teniente coronel Francisco Hernández, jefe de la Dinased, Zona 8, indicó que la cama donde fueron halladas las menores es una escena secundaria de los hechos y que ellas fueron colocadas allí ya muertas.

Investigaciones

“Las menores debieron hacer estado inconscientes. En el sitio del suceso se levantaron indicios como medicamentos que en consumo alto pueden provocar envenenamiento, inconsciencia y hemorragia, una de las víctimas tenía sangrado en la boca”, indicó el oficial de policía.

Acotó que con el objeto constrictor (cuerda plástica) el hombre habría intentado asegurar la muerte de las niñas, “Las menores estaban acomodadas en la cama de mayor a menor edad, tapadas con una sábana. Seguramente les dieron alguna sustancia que les hizo perder la conciencia, no había huellas de defensa o de ataque, no habían señales de rasguños”, informó Hernández.

El oficial de la Dinased indicó que la hipótesis que maneja la Policía para tan horrendo hecho es que fue un problema de índole sentimental, ya que el padre estaba separado de la madre de las niñas.