Con machete en mano y palos de escoba, los moradores de La Mena 2, en el sur de Quito, decidieron ayudar a combatir la delincuencia que pretende apoderarse del sector.

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Luego de que el presidente de la República, Daniel Noboa, firmara un decreto ejecutivo en el que declaró el conflicto armado interno por la crisis de inseguridad que se vive en el país, algunos ladrones intentaron aprovechar el momento de pánico e intentaron atacar el barrio del sur capitalino.

“Quieren meterse a las casas y robar a los vecinos. Están en motos. ¡Ayuda!” Fue el audio que envió una vecina en un chat comunitario.

Inmediatamente, los líderes del sector, como Andrés Astudillo, organizaron a los moradores para salir a las calles y atrapar a los delincuentes.

“Si me escucha el presidente, que sepa que también le apoyamos de esta manera”.

Él y más de veinte personas salieron con palos y machetes para buscar a los motorizados y darles su merecido. Quienes llevaban las armas blancas, incluso, las afilaban contra el piso para enfatizar la molestia que tenían por los intrusos.

Cecilia Toapanta e Isabel Povea estuvieron encapuchadas y con mascarillas. También llevaban un palo de escoba cada una. Ambas aseguraron que La Mena 2 es un barrio organizado y que están dispuestas a darles duro a los ladrones que atrapen. “Somos solas. No tenemos marido, pero podemos defendernos”, dijo Toapanta.

‘Pánico explosivo’

Doña Rosa, una moradora de la Martha Bucaram, en el sur de la urbe, recorrió la calle Collay con tristeza. Esta vía queda detrás de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) del sector, y la tarde del 9 de enero reventó un artefacto explosivo que rompió los ventanales de la casa barrial y de otros domicilios de la cuadra.

Escuchó un estallido y pensó que era un accidente de tránsito. Sin embargo, cuando salió a la calle vio una cortina de humo que se extendió en el aire. “Querían explotar el retén policial”.

Obreros que realizan reparaciones a la casa comunal pintaban las paredes de uno de los cuartos cuando ocurrió el atentado. Luego del estallido se escondieron por unos minutos y luego salieron a verificar lo que pasó. Encontraron una mochila quemada, la cual habría contenido los explosivos.

Diario EXTRA acudió a la UPC, pero no hubo algún gendarme que diera alguna declaración del caso.

Apoyo a los militares

Pese a los atentados que se han registrado en la capital de los ecuatorianos, hay ‘chullitas’ como Eugenia Peralta que no tienen miedo a la delincuencia. Ella tiene un pequeño puesto en la avenida Patria y, entusiasmada, apoyaba a los militares que resguardaban la zona. Incluso les regaló una botellita de agua para ‘la seca’.

“Debemos unirnos contra los choros, no podemos dejar que se desangre el país”.

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