La violencia volvió a teñir de sangre las calles de Atacames. En pleno feriado de Semana Santa, un ataque armado dejó como saldo a dos personas fallecidas y una más herida en el barrio El Rosario, ubicado en la zona sur del cantón, en la provincia de Esmeraldas.

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Las víctimas mortales fueron identificadas como Egner Gabriel Cheme Cotera y Geraldine Zambrano Pacheco.

Según testigos, ambos fueron atacados a tiros por sujetos no identificados que, tras disparar, escaparon del lugar sin dejar rastro. En el ataque también resultó herido Miguel Augusto Andrade Tomalá, quien fue hallado tendido a pocos metros de las otras dos víctimas.

El hecho ocurrió la noche del Jueves Santo, cuando el país se encuentra en medio del asueto religioso y, paradójicamente, bajo la vigencia de un plan de seguridad provincial que busca frenar la escalada de violencia.

El cadáver de Cheme Cotera quedó sobre el asfalto, mientras que Zambrano y Andrade aún presentaban signos vitales cuando llegaron los paramédicos. Ambos fueron trasladados de urgencia al hospital “Juan Carlos Guasti” de Atacames. Sin embargo, poco después se confirmó el deceso de la joven Geraldine Zambrano, debido a la gravedad de sus heridas.

Familiares no dejaron que se realice el levantamiento de los cadáveres

La escena del crimen fue acordonada por la Policía Nacional, pero el procedimiento legal se vio interrumpido por la indignación y el dolor de los familiares, quienes se llevaron los cuerpos sin permitir la intervención de Criminalística ni el levantamiento correspondiente.

Hasta el momento, las autoridades no han esclarecido las causas del crimen ni han identificado a los responsables. El hecho ha generado conmoción en la comunidad, no solo por su brutalidad, sino por el contexto en que ocurrió: durante una de las fechas más simbólicas del calendario religioso y en un cantón que lucha por recuperar la tranquilidad.

La Fiscalía y la Policía continúan con las investigaciones para determinar las motivaciones del ataque y dar con los responsables. Mientras tanto, el barrio El Rosario amanece en silencio, marcado por el eco de los disparos que interrumpieron la noche santa con una nueva tragedia.

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