Un aterrador descubrimiento sacudió a los habitantes de un sector que conecta los barrios Llano Grande y Llano Chico, de la parroquia Calderón, cerca de la calle Carapungo, en el norte de Quito. Un reciclador que al parecer buscaba materiales en un terreno baldío, ubicado en la calle Carapungo, habría encontrado restos humanos en avanzado estado de descomposición. De inmediato, el hombre habría dado aviso a las autoridades, quienes se desplegaron hacia la zona para confirmar el hallazgo y desplegaron un operativo en la zona.

Según información de fuentes policiales, el martes 4 de marzo de 2025, en el lugar se encontraron fragmentos óseos que corresponderían al tórax, extremidades superiores e inferiores, y el cráneo de una persona aún no identificada. Sobre el torso del cadáver se hallaron restos de tejido con dos tatuajes en la parte delantera y dos en la parte posterior, lo que podría ser clave para su identificación.

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Junto a los restos, los agentes habrían encontrado varias prendas de vestir, entre estas, al parecer, había una chompa negra, una camiseta blanca y otra prenda oscura. Además, se habría encontrado en la escena del suceso una vaina percutida de calibre 9 milímetros, lo que podría dar pistas sobre la posible causa de la muerte.

¿Había cámaras de seguridad? 

En la zona, al parecer, no se encontraron cámaras de seguridad que pudieran aportar más información sobre cómo llegaron los restos al lugar. Sobre todo porque el sitio del hallazgo estaría rodeado de vegetación. Sin embargo, las autoridades también habrían identificado una vivienda improvisada cerca de la escena, lo que podría ser clave en la investigación.

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El caso está en manos de las unidades especializadas, que trabajan en la identificación de la víctima y en la búsqueda de pistas que permitan esclarecer lo sucedido. Hasta el cierre de esta nota periodística no se reportaban más detalles sobre el fallecido. La fuente policial indicó que al momento del levantamiento del cadáver fue registrado como una persona no identificada, o NN, como popularmente la población les llama. 

El cuerpo, tras el hallazgo, fue llevado al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de Quito, ubicado en la avenida Mariana de Jesús, cerca de la Occidental (o avenida Mariscal Sucre), en el noroccidente de la capital ecuatoriana. 

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