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‘Llovió plomo' contra tres comerciantes
En El Carmen mataron a dos y a otro dejaron herido. Las víctimas fueron emboscadas cuando salían de vender unos sacos de maracuyá
Entre el populacho, una mujer gritaba que la soltaran y la dejaran pasar. “Quiero ver a mi hermano”, insistía. A unos pocos pasos, al interior de una camioneta, Manuel Cedeño Álava, de 40 años, agonizaba bañado en sangre por un disparo que tenía en la cabeza.
Buscando refugio ante las balas, Héctor León, de 22 años, se metió debajo del carro, pero ni eso lo salvó porque fue alcanzado por varios proyectiles, uno de ellos se alojó en su ojo izquierdo. Diógenes Zavala también resultó afectado con un tiro en el abdomen.
Una ‘lluvia de plomo’ cayó sobre los tres hombres en pleno centro del poblado de Santa María, sector Manga del Cura, El Carmen (Manabí), a eso de las 15:00 del viernes 19 de febrero, según informes policiales.
Testimonios de quienes estaban en el lugar cuando ocurrió la balacera manifestaron que los asesinos llegaron en un auto blanco y que dos de los ocupantes se bajaron empuñando pistolas y soltaron la ‘ráfaga’ de disparos contra las víctimas. El tercer sujeto, quien conducía el vehículo, esperó a que sus compinches culminen con su ‘tarea’ para que subieran nuevamente al carro y huir con dirección a El Carmen.
Apenas se fueron, la gente salió del shock, ya que estaban ‘paniqueados’ y no entendían bien qué estaba pasando. Muchos se resguardaron en los locales del sector y otros se lanzaron al suelo para evitar ser alcanzados por alguna bala.
Una vez que se sintieron a salvo se acercaron a socorrer a las víctimas. Un hombre notó que Cedeño aún respiraba y sostuvo su cabeza hacia atrás para que no se ahogara con su propia sangre, sin embargo, este falleció a los pocos minutos.
Mientras que León y Zavala fueron estabilizados y trasladados al hospital Gustavo Domínguez, de Santo Domingo, donde León falleció a la medianoche. Reportes policiales revelaron que el fallecido presentaba seis orificios de bala.
Al arribo de los gendarmes, la escena del doble crimen fue acordonada. Los agentes efectuaron el levantamiento de evidencias e indicios, además que recopilaron versiones de los testigos que detallaron que las víctimas fueron abordadas por los presuntos sicarios cuando salían de un centro de acopio, donde habían vendido unos sacos de maracuyá.