El presidente Daniel Noboa, a través del Decreto Ejecutivo N° 377, ha establecido un toque de queda en diversas provincias del país debido al apagón programado que tendrá lugar desde las 22:00 del miércoles 18 hasta las 06:00 del jueves 19 de septiembre. Sin embargo, Quito no está incluida en las áreas afectadas por la restricción de la libertad de tránsito.

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A pesar de que no se ha impuesto un toque de queda, las autoridades municipales han implementado un plan de contingencia para asegurar la continuidad de los servicios esenciales y el funcionamiento normal de la ciudad. 

En cuanto a la movilidad, se han modificado los horarios del Metro, Ecovía y Trolebús para adaptarse a las condiciones del apagón.

En respuesta al apagón nacional programado, el Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano de Quito desplegará 115 oficiales en 18 zonas clave de la ciudad. Estos agentes llevarán a cabo patrullajes coordinados con la Policía Nacional para asegurar la seguridad durante el corte de electricidad.

El general Henry Tapia, comandante del Distrito Metropolitano de Quito, ha señalado que se reforzará la presencia en áreas conflictivas, como los distritos de Eloy Alfaro y Quitumbe en el sur, así como La Delicia en el norte. A nivel nacional, se desplegarán 46.000 efectivos para mantener el orden público.

En el Aeropuerto de Quito, las operaciones continuarán sin interrupciones gracias a un generador de energía que garantiza el funcionamiento ininterrumpido de las terminales, estacionamientos y el peaje Guayasamín durante el apagón.

En Quito no se ha decretado toque de queda porque la provincia de Pichincha no está incluida en la lista de provincias afectadas por la medida establecida: Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena, El Oro y en el cantón Camilo Ponce Enríquez de la provincia de Azuay.

Estas áreas han sido seleccionadas debido a que actualmente enfrentan un estado de excepción para combatir las bandas del crimen organizado, especialmente aquellas vinculadas al narcotráfico. 

La violencia generada por estos grupos ha contribuido a que Ecuador registre la tasa de homicidios más alta de Latinoamérica en 2023, con 47,2 por cada 100,000 habitantes. Dado que la situación en Pichincha no ha alcanzado el mismo nivel de violencia que en las provincias afectadas, no se ha considerado necesario aplicar el toque de queda en la capital.

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