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Segundo Armijos, con tiros en su cabeza y tórax, cayó abatido en el patio de su casa.Robert Siguenza

Asesinaron a bala al Tiburón

Sicarios se le metieron a su casa, en Manta. Tras el asesinato, la policía ingresó al inmueble y, al parecer, halló armas de fuego, droga y billete

Eran cuatro tipos y arribaron en un auto color gris. Uno se bajó y se encaminó hacia una vivienda, en donde ingresó abruptamente y descargó un arma de fuego contra Segundo Enrique Armijos Pineda, de 39 años, conocido con el alias de Tiburón.

“Los pillos llegaron en un carro con placa de Pichincha...uno de ellos ingresó de una a la casa e hizo el trabajo sucio. Lo digo porque escuché los balazos y me dio miedo”, reveló un comerciante ambulante que recorría la cooperativa 9 de Mayo, sector Tillales, del cantón El Guabo, de la provincia de El Oro, donde se suscitó el crimen el pasado martes 17 de agosto.

El testigo añadió que el sicario salió rápido, abordó el vehículo y huyó. Luego observó que una señora salió al portal y empezó a gritar: “¡Auxilio, mataron a Segundo, alguien que me ayude. Vecinos, vengan pronto, por favor!”.

El cadáver quedó en un patio de tierra, en posición fetal. No tenía camiseta, solo vestía pantaloneta y unas zapatillas desgastadas.

El taxista Renato Vivanco, quien en ese momento iba con un pasajero hacia Machala, refirió que en el sitio cundió el pánico. “Ahora por todos lados dan bala, dicen que el muerto tenía sus guardados y le han estado dando cacería. Aprovecharon un descuido y le dieron el ‘vire’ en su guarida”, comentó.

La Policía informó que el occiso, quien se convirtió en la víctima número 87 de muertes violentas en El Oro, registra antecedentes penales por robo, tenencia de armas no autorizadas, asociación ilícita y otros delitos.

Las autoridades acotaron que tras una exploración en la vivienda de alias Tiburón encontraron dos armas de fuego, municiones, sobres con droga, objetos robados y billete. Eso los hace presumir que presuntamente estaba involucrado en actos ilícitos.

Tiburón tenía un perfil en Facebook, donde subía fotografías con armas. En esa red social posaba acostado con los revólveres en el pecho o apuntando.