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La víctima fue hallada en la casa donde vivía, en el sector de Carcelén.Cortesía

¡Le asesinaron con un ‘matachanchos’!

La Policía presume que el crimen estaría relacionado con el microtráfico de drogas. Buscan a un individuo que solía andar con la víctima.

Las primeras indagaciones de la Policía revelan que a Ángel Vásquez lo asesinaron unas 10 horas antes de que hallaran su cadáver.

Eran las 15:00 del sábado. Mary, hermana mayor de la víctima, fue a verlo a su casa, en Carcelén, en el norte de Quito, porque no respondía a las llamadas telefónicas. Entró a la habitación y vio a su ñaño en el piso bocabajo. Había sangre a su alrededor.

La mujer, quien vive a cinco metros de la casa de Vásquez, denunció el hecho a la Policía y les dijo a los agentes que la última vez que habló con su pariente fue a las 20:00 del viernes. Desde esa hora hasta el momento que encontró su cadáver, mencionó que no escuchó ni vio nada extraño.

Personal de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) y de Criminalística llegaron al sitio para levantar indicios y hablar con los familiares.

Los agentes le dieron la vuelta al cadáver y se percataron de que este tenía varias heridas en el costado izquierdo del pecho. Hicieron pericias y determinaron que tenía siete puñaladas que no habían sido provocadas por un cuchillo normal, sino con uno de gran tamaño como un machete. El tórax estaba desfigurado. Además, al revisar la rigidez cadavérica dijeron que el crimen pudo haber ocurrido la madrugada del sábado.

INVESTIGACIÓN

La teniente Alison Galeano, jefa del circuito La Bota, relató que familiares de la víctima llegaron de a poco y comentaron que Vásquez, de 28 años, no tenía problemas con nadie y que se dedicaba a cuidar el terreno donde vivía.

Una de sus tías añadió que no estaba casado ni tenía hijos. La mujer está preocupada porque no sabe si las personas que asesinaron a su pariente son amigos cercanos. Ella sospecha de una chica con la que frecuentaba Vásquez y de uno de sus mejores amigos con quienes, al parecer, solían beber en la casa de la víctima.

Ante esto, los investigadores de la Dinased revisaron las cámaras de seguridad que quedan en los alrededores del terreno para tratar de identificar si el hombre estuvo con alguien más antes de su muerte.

Los familiares de Vásquez les dijeron a los policías que este era consumidor de estupefacientes y que supuestamente habría entrado al negocio ilegal.

Además, les dieron el número de teléfono y la fotografía de un sujeto con el que, al parecer, estaba expendiendo el alcaloide por la zona.

Los agentes rastrearon el teléfono y al llegar a la ubicación no lo encontraron. (BCP)