La vida de Diego Herrera cambió por completo. Ya no puede caminar ni trabajar como conductor de aplicaciones como lo hacía antes.

Le amputaron ambas piernas luego de ser víctima de un trágico accidente de tránsito ocurrido el viernes 13 de diciembre del 2024, en el que estaría implicado un policía del Grupo de Operaciones Especiales (GOE).

Hoy se realizará la diligencia de la reconstrucción de este siniestro en el lugar donde sucedió todo.

Diego fue a retirar su vehículo de una lavadora ubicada en la intersección de las avenidas Cuero y Caicedo y América, en el norte de Quito. Cuando estaba cerca del establecimiento escuchó un estruendo y una camioneta se le vino encima. “Me rompió la tibia, el peroné, el fémur y las rodillas de ambas piernas”, recuerda.

Los testigos lo ayudaron hasta que llegara una ambulancia y esta lo llevara de urgencia al Hospital Eugenio Espejo, donde fue intervenido quirúrgicamente porque su vida peligraba tras haber perdido casi la mitad de sangre de su cuerpo.

¿Cuál es el temor de la familia?

Diego pasó Navidad y Año Nuevo en una camilla. Su hermano mayor, Paulo, se encargó de darle seguimiento a la investigación que se abrió por el delito de lesiones.

Él comenta que cuando fue al lugar de los hechos, habían dos vehículos involucrados. Según las versiones de los presentes, una camioneta del GOE se impactó contra otra y esta última aplastó las extremidades de Diego.

Paulo cuenta que tres abogados del agente implicado se le acercaron y se comprometieron a ayudar al afectado, pero afirma que desde entonces no han vuelto a aparecer.

Añade que el 13 de enero se llevó a cabo la toma de versiones de los involucrados, pero el policía fue solo, sin la compañía de un abogado. “No sabemos si quieren desviar la atención o dilatar el proceso”.

Mientras tanto, en el departamento que arrienda Diego, en el sur de Quito, la rutina ha cambiado. Su esposa, Mayra Vega, pidió vacaciones para encargarse de él, pero ya se acaban esos días y tratará de que le permitan hacer teletrabajo. “Debo estar junto a él en esta etapa que es la más crítica. El apoyo en estos momentos es más emocional”.

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Diego toma 10 pastillas a diario para el dolor de las heridas y para evitar caer en depresión. Todavía le cuesta creer que se quedó sin piernas. Además, cada dos días una enfermera acude a la casa para limpiar la zona afectada.

Por su parte, Paulo ha averiguado en fundaciones y casas de salud sobre las prótesis que necesitaría su hermano para tener una vida normal y le dicen que costarían 20 mil dólares. Lo único que esperan es que la justicia determine las responsabilidades y le indemnicen por los daños que han sufrido.

¿Cuáles son las implicaciones legales?

Ana Astudillo, abogada experta en temas de tránsito, explica que la persona que sea responsable de haber provocado el accidente podría ir hasta 15 meses tras las rejas, según el artículo 379 del Código Integral Penal.

Esto se establecerá con los informes de reconocimiento y reconstrucción de los hechos del siniestro.

Además, con respecto a la víctima, la jurista indica que debe presentar una acusación particular y solicitar proformas de las prótesis para que estas sean cubiertas, ya que “tiene la facultad de solicitar la reparación integral”.

Este 18 de enero se realizará un evento solidario para reunir fondos para las prótesis de Diego. Las personas que quieran unirse a la causa pueden contactarse a los números 0969096908 y 0978858879.

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