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Jura que ‘se le fue la teja’
Según el fiscal, el sujeto a quien apodan el Arrugado no se acuerda de lo que hizo hace un año. En audiencia le ordenaron prisión
El sospechoso Gabriel Eduardo Parrales Rodríguez, alias el Arrugado, detenido por la muerte de Vivian Muñoz, de 22 años, pidió disculpas por lo que hizo.
Ante el fiscal Jefferson Caicedo, el implicado dijo no acordarse de nada de lo que pasó aquella madrugada del 7 de septiembre de 2019.
“Él ha mencionado que ese día estaba bajo los efectos de la droga y el alcohol. Cuando la Fiscalía le preguntó por qué la asesinó, él dice que no se acuerda, que lo único que recuerda es que estaba con la chica ensangrentada”, indicó el fiscal Caicedo, quien participó en la diligencia realizada el 3 de septiembre de 2020, en al dependencia judicial de Milagro.
Durante el acto judicial, el Arrugado pidió perdón a Dios, a la familia de la víctima, a los abogados, al fiscal, juez y a la sociedad por el crimen cometido.
“No creo que Dios perdone un delito como el que él cometió. La justicia divina y la terrenal prevalecerán por el bien de esa pobre chica que no merecía morir de esa manera”, expresó Humberto Litardo, abogado de los familiares de la víctima.
Jennifer Maldonado, tía de la occisa, vistiendo una camiseta blanca en la que tenía estampada una foto de su pariente, agradeció al policía que hizo efectiva la boleta de captura que había en contra del sospechoso.
Detenido
Al Arrugado, de 26 años, lo arrestaron en el sector El Tigre, en el cantón Chone, provincia de Manabí, faltando menos de una semana para cumplirse el primer año del asesinato de Vivian Muñoz.
El hombre fue trasladado a Milagro, donde indagan el delito y según explicó el fiscal Caicedo han solicitado pruebas con las que se cotejarán las muestras tomadas a la víctima, las cuales se encuentran bajo custodia. Mientras, él se encuentra detenido en el Centro de Rehabilitación de Guayaquil.
Según la investigación, el sospechoso habría aprovechado que la joven vivía sola en una vivienda de la ciudadela La Chontilla, para, en la madrugada, subir al techo, desprender una de las hojas de la cubierta e ingresar para sorprenderla dormida.
Según la autopsia, la víctima murió por asfixia y ahora harán las pruebas para confirmar o descartar si sufrió abuso sexual.
El Arrugado registra antecedentes por acoso sexual. (ML)