Dos semanas después de perder su brazo izquierdo en un accidente, Josselyn Cun, con 11 años de edad, llegó a la plaza central del cantón Piñas, provincia de El Oro y, frente a más de 200 personas, se presentó en un concierto por el Mes de las Artes: agosto de 2023. Como anatómicamente le resultaba imposible tocar el violín –su instrumento preferido–, los padres de la niña, Jimsop Roberto y Rocío Aguilar, le compraron un sintetizador (teclado). Lo que hizo fue increíble. Y el pueblo estalló en aplausos…

Días atrás, el 4 de agosto de ese año, Josselyn regresaba de la escuela con su padre y dos niños más en una motocicleta. Cuando avanzaban por la ciudadela Luz de América, algo terrible ocurrió. Ella cayó, su chompa se enredó en la llanta trasera de la moto y el neumático pasó por encima de su extremidad izquierda arrancándole de un tajo. La escena –que no dura más de 20 segundos– quedó grabada por una cámara del sector.

El video inmediatamente se viralizó. El accidente fue noticia en Ecuador y también en otros países de la región, como México, Guatemala, Perú y Colombia. La niña fue llevada al Hospital Luis Moscoso, en Piñas, y luego, debido a la gravedad de la herida, la trasladaron a Machala, capital de la provincia, donde le hicieron una cirugía en el Hospital Teófilo Dávila. Entonces, sus padres iniciaron la campaña ‘Yo estoy contigo’ para recaudar fondos, conseguir una prótesis y no apagar la sonrisa de su pequeña.

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Siete meses después, Josselyn y sus papás hablan con EXTRA sobre cómo el accidente cambió sus vidas. Desde la sala de su casa, en Piñas, Jimsop Cun revive aquel trágico momento cuando recuerda que debió llevar la parte del brazo izquierdo de su hija al hospital porque creía que había la posibilidad de que lo trasplantaran; sin embargo, allí los médicos le indicaron que no se podía hacer nada. Después, agradece a todos quienes se comunicaron con él para brindarle la ayuda que ha sostenido a la familia.

Junto a él se encuentran Rocío y la niña, que nunca deja de sonreír. Detrás de ellos, en la pared, está un pequeño letrero fucsia que dice: “Bienvenida, Josselyn”. No lo han retirado desde que volvió a su hogar, tras salir victoriosa del hospital. Pero una gran bienvenida también le dieron en su escuela, Doctor Federico González Suárez, y en el conservatorio de música, donde le rindieron un homenaje, suelta Rocío con emoción por el caluroso abrazo que recibió su hija de los compañeros. “Quisiera mostrarle todas las cartas que ella tiene en un cartoncito (en el closet de su dormitorio)”, añade.

Han pasado momentos muy duros. Y, sin embargo, “tenerla con vida nos reconforta. Es lo que nos ha ayudado a salir adelante”, asiente la madre, de 46 años, quien expone orgullosa que su hija, pese a todo lo ocurrido, sigue practicando en el conservatorio Manuel Sigiberto Loayza Gallardo, una carrera que lleva aproximadamente seis años. Solo que, tras decidir con los maestros lo mejor para la joven estudiante, empezará a practicar con la trompeta y dejará atrás el violín.

Le encanta la música, pero también ser influencer. Entre risas, los tres cuentan que ya le han cerrado algunas cuentas de Tiktok y que, incluso, se le dañó un celular, pero ya lo recuperó. Aun así, nada frena la alegría de la niña, quien además adora dibujar y bailar todo tipo de música.

“Ella es muy valiente. Nos ha enseñado muchísimo como padres verla con una sonrisa a flor de labio. Nunca se puso triste”, detalla Rocío. Eso sí, Josselyn ha recibido terapia física y emocional. Pues el impacto psicológico de perder una extremidad –amputación traumática– , según el portal Sunrise Medical de España, puede ser muy significativo. Independientemente de las causas, los pacientes podrían experimentar mayor o menor ansiedad: negación, rabia, depresión y aceptación.

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Los accidentes en moto pueden llegar a ser los más críticos debido a la exposición de sus ocupantes. En videos que circulan en redes sociales se aprecia cómo, tras sufrir el siniestro, las personas pierden brazos, piernas y la vida. En 2023, el año en que Josselyn perdió su extremidad, el ECU-911 reportó más de 32.000 accidentes de tránsito con motos en el país, muchos de estos por no respetar las señales, hacer maniobras peligrosas…

Un cambio rotundo

Jimsop ha pasado la página. Y ninguno de los tres han vuelto a ver el video desgarrador de aquel día. “Es lo mejor”, dice el padre, de 43 años, quien confiesa que la vida de él y su familia ha dado un giro. “Antes (del accidente), yo no era muy apegado a mi familia, era una persona a la que le gustaba el alcohol… pero, a partir de ahí, mi vida cambió, porque decidí dejar todo eso y entregarme a ellos y a mi trabajo”, relata el hombre.

Rocío cree que esta fue una prueba puesta por Dios que derivó en afianzar el amor de la familia, pues además de Josselyn, la pareja tiene tres hijos más. “Estamos más unidos que nunca, y la niña está feliz y muy contenta de tener a su papá siempre a su lado (...) Lo hemos aceptado y seguimos para adelante”, dice orgullosa la mamá.

Él tiene un trabajo propio de publicidad: carteles, decoración vehicular, etcétera. Mientras que ella se dedica a la familia y también a vender productos de catálogo. En algunos casos han debido descuidar sus ocupaciones, ya que a lo largo de estos siete meses han viajado a Quito, donde la niña ha recibido terapia y también el apoyo para conseguir una prótesis del brazo izquierdo.

Fueron dos hermanos de Piñas los que, tan pronto como se enteraron del accidente, se comunicaron con los padres para ponerlos en contacto con la Fundación Hermano Miguel, en la capital, donde –en pocos días– le entregarán la prótesis a Josselyn. Una nueva esperanza para que continúe con sus sueños. Pues estos dispositivos no solo reemplazan una parte faltante del cuerpo, sino también hacen que el cuerpo trabaje mejor.

Es el anhelo de la niña y de sus padres, que esperan ansiosos verla brillar, como aquella vez que fue ovacionada en la plaza central de Piñas, como una gran música, pese a que habían pasado pocos días de la amputación. Hoy sonríen. Agradecen por el apoyo y el calor del pueblo. Y, por supuesto, por la vida de su niña, una futura artista e influencer.

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Amputación y prótesis

La amputación traumática ocurre cuando una persona pierde un brazo, una mano, un pie, como resultado de un accidente o lesión. “Según la gravedad de la lesión, se puede o no volver a conectar la extremidad parcialmente cercenada”, detalla el portal MedlinePlus. Los resultados a largo plazo de una persona que ha sufrido amputación depende del manejo oportuno de la emergencia y la atención crítica. Una prótesis adecuada y el reentrenamiento pueden acelerar el proceso de rehabilitación.

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