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Johnny Pacheco, el hombre que puso la salsa a otro nivel, irreverente hasta la muerte
Salseros de Ecuador recordaron al hombre que elevó el concepto de la salsa al agrupar en ese nombre a una serie de ritmos.
La música le daba ese aliento, esas ganas por seguir aquí. Y por eso el epitafio que forma parte de su lápida sigue siendo un ícono para los salseros del mundo, que a mediados de esta semana recordaron los dos años de la partida terrenal hacia ‘el otro barrio’ del gran Johnny Pacheco.
El dibujo moldeado de un flautista y una clave de sol forman parte del mármol, en donde además hay una foto suya con la frase “El maestro”. En grande su apellido PACHECO, todo en altas. “Que cante mi gente”, se lee más abajo, recogiendo la letra de una sonada salsa de su autoría y que se hizo famosa en la voz de Héctor Lavoe.
Pero lo que más llama la atención en esa lápida, ubicada en el Woodlawn Cementery del Bronx (EE. UU.), a 20 metros del mausoleo de Celia Cruz y Pedro Knight (esposo de la artista cubana) es el texto final: “Aquí se encuentra Johnny Pacheco en contra de su voluntad”.
Quería ese epitafio
Esa inscripción fue, recuerda el salsero Jorge León, “un pedido que hizo algunas veces antes de morir, incluso en entrevistas y hasta a su esposa”.
Jorge, de 57 años, “hecho en la esquina de un barrio del suburbio”, como se identifica, recuerda que creció escuchando salsa “con un panita que estuvo en la ‘Yoni’ y cuando regresó a Ecuador trajo toda esa musicota. Nos reuníamos todos los días, de ocho de la noche hasta las doce o una de la mañana. Ahí fue cuando conocí y aprendí a disfrutar de Pacheco y su flauta”.
Para él, su tumba recoge el pedido de todo salsero, “que quisiera siempre vivir rumbeando”.
Una poesía corta pero profunda
El locutor y animador Dallemberg Ballesteros, Barín Barín, el colágeno de la salsa, como se hace llamar ahora, recuerda de Johnny Pacheco “siempre era bromista, alegre, era un irreverente musical. Él decía ‘yo no me quiero ir, si me llevan es porque quieren, no porque me quiero ir’. Si lo metían en una caja ya no podía hacer más, por eso la inscripción en su lápida es como un pedacito de poesía hecha salsa”.
Barín Barín incluso recuerda que tuvo la oportunidad de compartir escenarios con el fallecido salsero. “En 1991, en el Madison Square Garden, cuando salían Marc Anthony y la India con ‘Vivir lo nuestro’. Estuve acompañando a la orquesta Guayacán (con Alexis Lozano) como invitado y me tocó animar presentándolos. Ahí estuvo Pacheco con Celia Cruz. Fue todo un espectáculo”.
Se presentó en Club de la Armada, en Guayaquil
La también locutora Carmen Sevilla, quien junto a Dallemberg mantiene el programa Salsa Viva en radio Canela, de 20:00 a 22:00, califica a Pacheco como “el hombre que cambió la estampa a la salsa, que se juntó con varios grupos para poner a disfrutar al mundo de bailadores”.
Ella también conoció de cerca al artista, cuando hace muchos años (no recuerda la fecha exacta) “por allá en el otrora TC tenían el programa Salsa 10, yo era locutora en off y me pidieron que acompañara a una presentación de varios salseros en el Club de la Armada”.
Cuenta que incluso le tocó recibir la queja de Pacheco por el intenso tráfico y la demora, pero que luego conversaron “y hablaba mucho de su esposa y de todo lo que él ha hecho por la salsa, un maestro”.
El hombre que aglutinó todo en una palabra: salsa
Tanto Ballesteros como Sevilla coinciden en que a Johnny Pacheco se le debe mucho por la creación del concepto “salsa”, un movimiento que sacudió América y el mundo. También impulsó a destacadas figuras de este género musical como: Héctor Lavoe, Cheo Feliciano, Tito Puente, Celia Cruz, Rubén Blades, Willie Colón, Bobby Valentín, Larry Harlow, Ray Barretto, entre otros que posteriormente hicieron parte de la Fania All Stars, el supergrupo salsero que él dirigió durante muchos años.