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Jackson Arroyo, el marimbista ecuatoriano que conquistó Colombia
El esmeraldeño, de 50 años, fue elegido en 2021 como mejor marimbista de uno de los festivales más importantes del Pacífico en Colombia.
Dos recuerdos pasan por la mente del esmeraldeño Jackson Arroyo si le hablan de la marimba, el instrumento que toca. El primero fue cuando tenía 12 años de edad y se destacó en un evento en Loja. El director del conservatorio -que ya no recuerda el nombre- lo hizo parar frente al público que lo aclamaba, pero él se limitó a agradecer.
El segundo recuerdo, con varias décadas de distancia, lo trae a Cali (Colombia), donde en diciembre de 2021 fue el mejor marimbista en estilo Libre durante el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez. Ambas imágenes, en contexto, son las mismas: sus ojos brillan cuando tiene enfrente a su instrumento, las personas se emocionan con él al sonido de la percusión y la ilusión sigue intacta.
Sin embargo, la única diferencia es que las manos que sostienen las baquetas ya no tienen la piel tersa y entendió que la música del Pacífico es una forma de resistencia. “Cuando hablamos de nuestra comunidad, hablamos de una tradición, de una esencia. Es cómo hablamos, cómo vestimos, lo que comemos, el concepto de mirar las estrellas, correr con el viento”, aseguró Arroyo, de 50 años.
Ambos recuerdos son trascendentales. El primero porque fue cuando “Dios me dijo que iba a ser grande”, rememora entusiasmado. El segundo es la culminación de la añoranza de niño. “Luego de ganar, vine con satisfacción a mi pueblo para decirle a los jóvenes que estamos para aportar y ayudar a la juventud, los procesos culturales. Se dice que el conocimiento parte de donde empieza”, expresa con los ojos llenos de nostalgia.
La música siempre fue su meta. No quiso nada más y guardó como un tesoro las palabras del profesor que lo alentó a ser músico, en Loja. Fue su aliento durante el camino. Cuando no tenía dinero para un instrumento o clases, se aferraba a ello como la única luz.
En cuanto pudo, entró al taller de marimba del departamento de Difusión Cultural del Banco Central del Ecuador, en 1985. Pasó por diversas agrupaciones en Esmeraldas y su felicidad radicaba en el golpeteo de las baquetas en las piezas de la marimba.
“Con el pasar de los años entendí que quería un grupo en el cual pudiera reflejar todo lo que soy, por eso empecé a dirigir Etnia desde 1998”, comenta. Con su agrupación ha estado en diversos eventos de talla nacional e internacional como la Marimba de Oro, galardón que ganó en 2016 en el XI Festival Internacional de Música y Danza Afro.
También fue premiado con El Timbal de Oro, durante el Festival de Salsa, en 2010, además de haber tocado el himno nacional con marimba en el Salón Amarillo de la Presidencia en el 2008.
Debido a la gran influencia de la música en su vida y la forma en la que lo cambió, decidió estudiar antropología cultural y empezar a enseñar música a los jóvenes, dado que desde ahí debe venir el cambio. “La música toca las vidas. No son simplemente notas musicales. Hay un patrimonio intangible en las personas que tocan; hay que analizar de dónde vienen, qué sienten, por qué están aquí y así trabajamos”, dice.
Petronio significa para el grupo Etnia la alegría del Pacífico, la cual los nutre para ser mejores. “Es el legado de nuestros viejos. Ese es el Petronio: una esencia de saberes”, añade.
Por ello, luego de haber participado en las clasificatorias zonales del Festival en Esmeraldas, Jackson aspira a continuar con su legado en la marimba. Para él, cuando habla del tema, significa una risa nerviosa. Su agrupación, durante el último año, se estuvo preparando en la modalidad Libre para concursar y aspira a renovar el título como mejor marimbista.
Aunque sin dejar de lado que más allá de lo personal, lograr ganar con su grupo Etnia en el Festival (del 16 al 21 de agosto) sería lo más valioso en su vida. De momento solo se limita a soñar, imaginarse frente al público caleño y lograr transmitir su cultura mediante la música.
“La marimba es mi identidad, mis ganas de seguir viviendo. El sonar de una marimba es mirar el horizonte y entender que los seres humanos debemos vivir en paz. Una tonalidad de música encierra tanta sapiencia que de repente nos hace reflexionar sobre nuestras vidas”, concluye.
Esmeraldas sigue inmersa en la angustia tras registrarse varias inundaciones en diferentes cantones. Sus moradores piden ayuda a las autoridades; sin embargo, el presidente Guillermo Lasso informó el 5 de junio del 2023 que el número de rescatados es de 1.467 y que alrededor de 700 personas están en albergues.