Josefa Sánchez tenía aún en sus manos la jeringuilla con la sustancia que, según ella, acabó con la vida de  Bella, su hija trans. Según comentó la señora, se la habrían inyectado para resaltar sus atributos.  Bella Analía, de 34 años, era una popular chica trans que participó en varios certamen de belleza de la comunidad LGBTI en Babahoyo, Los Ríos.

Según Josefa su hijo estaba bien hasta la noche del viernes 4 de febrero de 2021, en el  inmueble que compartían situado en la calle Rocafuerte y ByPass. Sin embargo, relata la progenitora, no se percató cuando llegó la persona que le aplicó a Bella los aceites para aumentar los glúteos. “Era un señor que viajó de Quito para hacerle eso (inyectarle aceite). Ahora quiero justicia porque su muerte no puede quedar impune”, expresó llorando Josefa.

Bella le habría confiado su cuerpo a la misma persona que le inyectó los senos y los glúteos hace varios años. Sin embargo, la chica trans quería verse más voluptuosa y pidió que le realizara una nueva aplicación sin saber que sería la última.

“Ella me dijo que iba a ponerse más y le pedimos que ya no lo hiciera, pero la vanidad la cegó. Uno se juega la vida cuando se inyecta porque no sabes cómo va a reaccionar el cuerpo. Lo más barato por aplicación cuesta alrededor de $100”, declaró una amiga de la fallecida.

Después de la aplicación los estragos se hicieron visibles alrededor de las 04:00 del sábado 5 de febrero de 2022, cuando Josefa la escuchó quejarse en la habitación. “Toqué su puerta y me abrió el marido, pero ella ya estaba con espuma en la boca”, narró la progenitora.

Rápidamente llamaron una ambulancia y la trasladaron al hospital Martín Icaza de Babahoyo. Ahí trataron de reanimarla pero Bella Analía ya no tenía signos vitales. Su cuerpo fue llevado a la morgue de la localidad, donde también tomaron muestras de la sustancia que Josefa llevó en una jeringuilla.

En los exteriores del anfiteatro también lloraron sus amigas más íntimas y con las que el año pasado entregaron refrigerios y ayudas humanitarias a los más necesitados. 

Bella era reina de la Fundación sin fines de lucro Déjame vivir como soy, pero además tenía amplia trayectoria en los concursos de belleza. Su personalidad arrolladora y carismática, hizo que se ganara el cariño del público.

Ahora Josefa solo espera conseguir justicia por la muerte de Bella. La difunta se ganaba la vida tinturado cabello en un mini salón de belleza que instauró en su casa. La difunta deja dos hijos en la orfandad y sus restos serán sepultados hoy en el cementerio de la capital riosense.