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Inundaciones en Santa Clara del Común: “¡Parecía el fin del mundo!”
Fueron 40 personas afectadas. Es la tercera vez que un aguacero los golpea con tanta fuerza en este sector del norte quiteño. Un hombre relata cómo salvó a sus perritos.
Carlos Gavela está tan decepcionado que hubiera preferido morir -asegura- en las inundaciones ocurridas en Santa Clara del Común, norte de Quito: “Es la tercera vez que lo pierdo todo”.
La tarde del domingo, un aguacero dejó su casa sumergida bajo el lodo, así como las viviendas de otras 40 personas. Quedaron destruidas.
Vecinos cuentan que la construcción de un puente -que luce en realidad como una alcantarilla- les ha ‘fregado’ la existencia desde hace 7 años. Siempre se desborda cuando llega el invierno.
Durante la tormenta, a Gavela debieron sacarlo por el techo de su pequeña casa de bloque. Se negaba a dejar a sus seis perros a merced de la ‘ola’ de barro. “Logré llevarlos hasta la losa de la casa comunal (situada junto a la suya). Tenía miedo de que me siguieran y murieran. Lo haría todo por ellos”, lamenta.
Siempre pensó: “¡Donde come uno, comen dos!”, y luego fueron seis. Los rescató del abandono, dice.
Pero no fueron solo sus mascotas a las que salvó del lodazal, las cuatro de su hermana Blanca también terminaron a buen recaudo por su intervención.
Ayer por la mañana, sobre el tumbado de su vivienda, había una carriola de bebé. Es del hijo de Gavela. Afortunadamente no estaba cuando cayó el ‘diluvio’.
Algo que sí le entristece es que el retrato de sus padres fallecidos quedó destrozado. “Era una pintura al óleo. Mi único recuerdo de ellos”, precisa.
Pero sabe que su ñaña Blanca, quien fue diagnosticada con cáncer de seno hace 4 años, la está pasando peor. “Perdí todas mis medicinas. Suman más de 400 dólares. No tengo nada. La ropa que llevo puesta me la prestaron”, manifiesta Blanca.
Es la tercera vez que la lluvia la deja en la calle. Por la tormenta, la primera planta de la vivienda quedó cubierta de lodo. Apenas pudo salvar un par de sus pertenencias. Sus allegados le brindaron posada esa noche y alimentos a la mañana siguiente.
Una fe milagrosa
El hogar de Alicia Sigcha también quedó bajó una ola de lodo y escombros. “Me hinqué en el patio y le dije: Virgencita de El Quinche, ayúdanos que nos inundamos”, recuerda. Y la Madre de Jesús lo hizo.
Los cuatro miembros de su familia salieron ilesos. “En mis 53 años nunca había oído los rayos de esa manera. Parecía el fin del mundo”, cuenta.
Cuando Sigcha vio que la marea de barro se acercaba trató de alzar la mayoría de sus cosas para que el agua no las alcanzara. “Atrancó las puertas y hasta tuvo que meter a sus nietos y mascotas por una ventana. Sus conejos y cuyes no corrieron con la misma suerte. El corral en el que los tenía fue sepultado por el caudal. “Quise salvarlos, pero mi esposo me dijo que ponía mi vida en peligro”, aclara.
Otro punto
En Santa Rosa de Pomasqui también hubo tres casas afectadas. Vecinos están molestos por la falta de respuesta de las autoridades.
Municipio: Se corregirán los errores del puente
Freddy Nieto, director Metropolitano de Gestión de Riesgos, confirmó que en el sitio existen 11 familias afectadas. En cuanto se reportó el hecho, brigadas municipales se acercaron al punto para atender a las víctimas. “Se entregó asistencia humanitaria”, comenta. La primera acción fue despejar las vías para que la maquinaria pudiera retirar los escombros y el lodo. Luego se limpiarán las casas de forma manual.
Con respecto al puente, Nieto explica que la obra tendrá que ser analizada para darle los correctivos que requiere.