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Paralelamente al evento solemne por el 24 de Mayo, los alrededores de la Asamblea se llenaron de muñecos de cartón del presidente.GUSTAVO GUAMAN

Informe a la nación: más marketing que rendición de cuentas

El discurso de Daniel Noboa no duró ni media hora. Para los analistas, no hubo información relevante y se cayó en el populismo.

Todo fue muy rápido. A partir de las 09:30 de este viernes 24 de mayo, empezaron a llegar los miembros del gabinete presidencial y demás invitados al pleno de la Asamblea Nacional, donde tradicionalmente el primer mandatario da su informe a la nación.

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Daniel Noboa cumplió seis meses en el poder, quizá por eso su discurso fue rápido. Sobre todo, apoyado en videos en los que se observaba a ecuatorianos en diferentes escenarios del país sonrientes, contentos y agradecidos con el Gobierno Nacional. El tema central: el nuevo Ecuador.

EXTRA consultó con analistas políticos la intervención del ‘presi’ y la sensación es de desazón. Mauricio Alarcón, presidente de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, dijo que aunque el discurso fue un poco más largo que el de la posesión, fue una intervención vacía y sin profundidad. “Puede ser visualmente agradable al incorporar testimonios de la ciudadanía, pero no fue una verdadera rendición de cuentas”, aseveró.

Esto quiere decir que lo que los ecuatorianos debieron escuchar fue lo que se hizo y lo que no. Así como los resultados. “Bien pudo hablar de la cifra de antes y la cifra de hoy. Las pocas cifras presentadas, empleo por ejemplo, han sido fácilmente desvirtuadas por quienes verifican estos datos”, agregó.

CAYÓ EN LO MISMO

Para Marcelo Espinel, analista político, frases como “Estamos limpiando lo que hicieron los que estuvieron en el pasado” –dicha por Noboa– no hacen sino decepcionar a un país que está cansado de que se culpe a los otros sobre los problemas. “Dice mucho de un gobierno que ha puesto por encima una comunicación estratégica y no una efectiva rendición de cuentas”.

Para él, dejó mucho que desear que se centre en decir que solo el presente gobierno está haciendo las cosas bien y las comparaciones con los demás. “Siempre se trata de culpar al pasado y no se enfoca en lo que hay que hacer para arreglar la situación”.

Esta característica es ya conocida por los ciudadanos, no solo de parte de presidentes, sino de actores políticos seccionales, que se centran en la pelea y en tratar de tener la razón, a cualquier costo. “Él en campaña decía que era una persona diferente, que no se peleaba con nadie. Decía que era solo pro”, dijo Espinel.

Ahora la cosa es distinta, pues incluso dio algunos puntillazos a la Revolución Ciudadana. “Hemos impulsado reformas legislativas, la mayoría de ellas con el apoyo de ustedes (los legisladores). No creo que algunos se hayan olvidado, aunque no estén presentes. Estamos seguros de que están pendientes desde sus casas”, apuntó Noboa en su discurso.

Esto en referencia a la ausencia de la bancada de ese movimiento político que al principio fue un aliado, hasta que rompieron relaciones luego de la incursión a la Embajada de México para capturar a Jorge Glas, exvicepresidente durante el régimen correísta y sentenciado por corrupción.

El discurso duró un poco más de una hora, incluidos cuatro vídeos.ANGELO CHAMBA

EL POPULISMO

Un par de horas antes del evento, decenas de buses llegaron hasta las inmediaciones de la Asamblea Nacional. Estaban repletos de personas que se identificaron como simpatizantes del primer mandatario.

Por supuesto, no faltaron los muñecos de cartón que se hicieron populares durante la campaña electoral. En la avenida Seis de Diciembre, entre Sodiro y Patria, parecía una feria libre de figuras. “Eso nuevamente es replicar las prácticas populistas de gobiernos pasados para mostrar supuesto respaldo de la ciudadanía. Esto es totalmente autoconvocado y tiene un costo”, precisó. Para el analista, es difícil que la ciudadanía se organice, sobre todo desde otras provincias, para respaldarlo. “Esperemos que ese costo no se haya cubierto con recursos públicos”, enfatizó.

Además, se colocaron pantallas gigantes para transmitir el acto con el que se conmemora, además, la Batalla de Pichincha del 24 de mayo de 1822.

Sin embargo, cuando pasó el ‘calor’ del discurso, todo quedó peor: los muñecos de cartón quedaron desperdigados por el parque El Ejido junto con la basura de los simpatizantes. Un cuento que se repite una y otra vez.

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