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Indignación en Colombia por influencer que dio paletas de jabón a personas sin hogar
Las autoridades ya iniciaron un proceso penal por el hecho que lo llevaría a la cárcel de 5 a 12 años
Carismático y amable, así se presentó ante la cámara, Jay Tomy, influencer de Cartagena (Colombia), cuando le entregó paletas de lo que parecía ser de helado a ancianos y jóvenes que viven en las calles. Sin embargo, el supuesto acto generoso se trataría de una broma que asqueó en las redes sociales debido a que, en realidad, se trataban de jabones bañados en chocolates.
Pese a que las personas que recibieron con alegría y agradecieron el gesto, el tipo no tuvo compasión y continuó con el desagradable video.
El clip que tenía más de 70 mil reproducciones en Instagram fue dado de baja luego de que los usuarios de la red social reclamaran la actuación del joven. Tras la oleada de indignación, el cartageno perdió sus perfiles en otras redes sociales por un hackeo. Lo último que explicó en sus cuentas fue que no permitió que comieran toda la paleta.
¿Ya capturaron a Jay Tomy y su pandilla?
— Jose Sin Tilde (@JAtecor) November 25, 2020
Bajo la capa de ‘influenciador’ se pasó de sinvergüenza, un delincuente por likes. La pequeñez de hombre en una sociedad que, según parece, no para de caer. #BuenMiercoles.
Broma de mal gusto es tocar un timbre y salir a correr. Lo de Jay Tomy es abuso en población vulnerable. Darle paletas de jabón a ancianos y habitantes de calle no es un chiste de mal gusto. DEJEN DE MINIMIZAR LAS CRETINADAS DE LA GENTE.
— Lú Piñeres (@QueCarachass) November 25, 2020
Sobre la situación, el general Henry Sanabrina, comandante de la Policía de Cartagena, declaró en Caracol Radio, que no era la primera vez que Jay Tomy actuaba de forma irresponsable. La autoridad señaló que en 2019 y a principios de 2020, el sujeto fue detenido por fingir la muerte de un habitante de la calle y otra por hacerse pasar por un agente.
“Las última vez [que fue capturado], la Fiscalía les ordenó no volver a incurrir en ese tipo de actos, porque realizaron unos secuestros simples en esa última oportunidad. En este caso, ya iniciamos un proceso penal por el delito de imitación y simulación de alimentos, que tiene una pena de 5 a 12 años de prisión y una multa de 200 a 1.500 salarios [mensuales] mínimos“, indicó el uniformado.
Además, el comandante informó a los medios colombianos que conocen su residencia y la de sus cómplices, donde acudieron para llevarlos a la Comisaría, pero no se encontraban en el lugar. No obstante, los familiares del implicado aseguraron que se iba a presentar a las autoridades junto a su abogado para la imputación de los cargos.