Ocho policías y varios periodistas fueron retenidos en Quito por dirigentes indígenas que lideran la protesta en contra del decreto ejecutivo 883, sobre la liberación de los precios del diesel y la gasolina extra. Los comunicadores mantienen sus equipos de transmisión y su integridad física no ha sido afectada.

Fueron presentados en la Casa de la Cultura, en donde hubo un minuto de silencio por el dirigente indígena fallecido hace dos días y se ha anunciado que se aplicará la justicia tradicional de sus pueblos.

Los uniformados fueron presentados ante cientos de personas, se les amenazó con retirar sus zapatos para que no puedan correr. Utilizaron la radio de la Policía para establecer compromisos. Uno de ellos fue que se retiren de los exteriores de la Casa de la Cultura y de la Asamblea para salir en marcha pacífica y evitar el uso de material policial en contra de los manifestantes.

Ellos pidieron además comunicarse con la ministra del Interior María Paula Romo. Anunciaron que no se responsabilizarán por la integridad de los policías. Todo fue transmitido en vivo por las redes sociales que respaldan a los indígenas.

Desde la Dirección General de Operaciones se dispuso al personal policial que se abstenga de tomar procedimiento o circular por las inmediaciones de las universidades Salesiana, Central, Simón Bolívar, ya que está declarado por Derechos Humanos como zona humanitaria para los indígenas. Se dispuso que los uniformados tomen medidas de precaución para evitar ser retenidos por manifestantes a fin de precautelar su integridad física así colmo la destrucción de recursos logísticos.

La Dirección de Operaciones recordó a los uniformados que la actuación policial se fundamentará en los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y en estricto cumplimiento de Derechos Humanos.

En la Casa de la Cultura el dirigente indígena Jaime Vargas negó diálogos con el gobierno como había anunciado la ministra del Interior María Paula Romo.

Rhonny Rodríguez, periodista de Diario EXPRESO, contó a EXTRA que La retención no es voluntaria. Nadie puede salir del Ágora de la Casa de la Cultura, ni siquiera los indígenas. Exigen intercambiar retenidos por los cadáveres de miembros de su comunidad. Denuncian que la morgue no los entrega.

Pese a la retención, los policías y los periodistas están en buen estado. Solo se pueden sentar en el suelo, dentro del cerco montado con palos y mallas.

Los indígenas han indicado que, una vez que salgan del Ágora de la Casa de la Cultura a marchar a las calles, utilizarán a los comunicadores como escudo humano en las primeras filas.

La retención de periodistas tendrá una duración indefinida, según les han contado en el Ágora de la Casa de la Cultura de Quito. Los policías están a la vista, en buen estado, tras haberles subido a la tarima.

Policías y periodistas recuperaron su libertad

Alrededor de las 19H30, la Conaie entregó a los policías retenidos a los delegados de las Naciones Unidas y la Defensoría del Pueblo. Momentos de tensión se produjeron tras la entrega de los gendarmes; personas que, al parecer, no serían parte del movimiento eran las que más se oponían a la entrega.

Los policías que estuvieron en el lugar son: Cristhian Rueda, Edison Enríquez, Wilson Satuquinza, Eduardo Yánez, Carlos Sangoquiza, Darwin Larraga, Jessica Lechón y Jorge González.