Digna y Catalina, de 25 y 54 años respectivamente, eran compañeras de trabajo y compartían la misma esquina para ejercer el trabajo sexual. La misma esquina se convirtió en su tumba, luego de que  sujetos armados acabaron con sus vidas.

La primera en ser victimada fue Catalina, quien se encontraba parada a la espera de clientes. Cuando eran las 15:30 del 29 de julio, en las calles Teniente Cordobés y 19 de Octubre, del cantón Huaquillas, provincia de El Oro, dos sujetos llegaron en motocicleta, uno de ellos se bajó y se acercó a la fémina fingiendo que quería sus servicios sexuales. Sin embargo, el hombre sacó una pistola y a corta distancia le propinó siete disparos, cuatro de ellos le cayeron en la cabeza.

Así lo manifestaron los testigos a la Policía Nacional que llegó para acordonar el área. “Mataron a la China, es ella, le dispararon en la cabeza y se fueron huyendo los sicarios rumbo al Perú”, decía un testigo que estaba muy cerca del sector céntrico del cantón fronterizo.

Segunda muerte

Aún no pasaban ni 24 horas del asesinato de la China, cuando las balas “zumbaron” nuevamente en la misma esquina. Eran las 14:40 de este domingo 30 de julio, cuando dos sujetos en moto llegaron con la vida de Digna, que también se dedicaría al trabajo sexual.

Edwin Freire, jefe de la Policía Nacional de este cantón fronterizo, manifestó que la mujer estaba en el mismo lugar donde este sábado se encontraba Catalina, más conocida como la China.

De pronto, llegaron dos individuos que se transportaban en motocicleta, que se acercaron a la fémina y le dispararon directamente a la cabeza.

Hipótesis

Freire informó que, de acuerdo a las primeras indagaciones, se conoce que las últimas víctimas son personas que se prestan para el cobro de las extorsiones y al querer conseguir el poder del territorio, son eliminadas por la banda rival.

“Son personas que se dedican al trabajo sexual en esta equina por lo cual se han asignado servidores policiales que estén todo el día cubriendo aquí el lugar. Tenemos una carpa policial a 50 metros, los dos policías designados lograron escuchar y ver a los dos victimarios y acudieron inmediatamente, pese a la reacción inmediata se suben a la motocicleta y se dan a la fuga”, dijo el jefe policial.

La Policía inició una persecución, pero le perdieron el rastro ya que los asesinos cruzaron la frontera rumbo al Perú.

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