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La joven bloqueó el número y compartió su historia en redes.Referencial

Un degenerado le hizo una vídeollamada a joven quiteña para masturbarse  

La víctima recibió una llamada internacional. Al aceptar vio a un desconocido tocándose sus partes íntimas

Gabriela (nombre protegido) estaba trabajando en casa cuando sonó su teléfono celular. Era una videollamada de un número desconocido que ella aceptó, suponiendo que era alguno de sus parientes en el exterior. Sin embargo, cuando apareció la imagen vio a un desconocido que se tocaba sus partes íntimas.

Durante un par de segundos, la joven quedó petrificada ante la grotesca escena y en cuanto se recuperó del susto colgó. Luego bloqueó ese número para evitar que el sujeto, cuyo código de celular provenía de Europa, intentara comunicarse con ella nuevamente.

Gabriela es de Quito y tiene 25 años y aunque ha aprendido a liderar con el acoso callejero como esa vez que vía a un tipo masturbandose en el autobús que la llevaba a casa después del colegio, no logra entender cómo sigue siendo vulnerada dentro de su propia casa.

No importa como te vistas, como te arregles o por donde vayas siempre existirá la forma en la que alguien te pueda vulnerar por ser mujer... ya es hora de que existan políticas que nos protejan y eviten exponernos a estas personas enfermas. Hoy fue a mi, pero seguramente pueden hacer lo mismo con el celular de una niña, de 12 años”, describe.

 Un caso que se repite

La noche del 20 de diciembre su testimonio se viralizó en redes sociales y aunque generó mucho malestar en la usuarias de la plataforma, no causo asombro. Muchas confirmaron haber pasado por lo mismo en los últimos meses, incluso en ciertos casos, a los acosadores no les basta con hacer una videollamada, otros envía videos y fotografías de sus miembros.

Aunque rastrear a una persona que realiza estos actos es muy difícil, más cuando se trata de una llamada internacional, existen recomendaciones para evitar este tipo de actos. Expertos en seguridad sugieren no contestar llamadas de números no registrados.

Colocar datos personales: nombres, números telefónicos, lugar de residencia o trabajo también expone a las mujeres a este tipo de ataques cibernéticos, ya que sus contactos quedan registrados en la red.