Las hermanas venezolanas, Sara y Sofía, viajaron con el dinero de la cuenta de su padre y se juntaron a un grupo de sus compatriotas para cruzar de Ecuador a Perú para llegar a la casa de un primo.

Esa travesía que emprendieron las muchachas –que se inició el pasado 22 de abril– paralizó a su familia que denunció el hecho como una desaparición. No solo ellos se angustiaron.

El caso movilizó a la Policía, a su comandante Tanya Varela y hasta al ministro de Gobierno, Gabriel Martínez, porque se pensaba que algo malo les podía ocurrir.

Pero por fortuna ese esfuerzo dio sus frutos luego de cinco días de búsqueda. Ayer lograron reunirlas con sus padres que esperaban con ansias que llegaran sus niñas al aeropuerto Mariscal Sucre.

Para traerlas de regreso se dispuso hasta el avión del presidente de la República. Todo para que ellas y sus padres pudieran abrazarse nuevamente.

Viajaron de largo

Ambas fueron localizadas sanas y salvas en la ciudad peruana de Piura, tras haber recorrido 821 kilómetros desde su casa en La Kennedy, norte de Quito, hacia Loja y de haber pasado la frontera por cruces ilegales, asimismo, en compañía de migrantes venezolanos (ver infografía).

Ya en el país vecino, las muchachas fueron hasta una colonia de sus compatriotas. Permanecieron allí el sábado y domingo y, al parecer, no pasaron hambre ni tampoco fueron maltratadas.

“Lejos de ser una amenaza, las personas que estuvieron con ellas las ayudaron en su recorrido”, contó Aníbal Rivero, abogado de la familia de Sara y Sofía. Explicó que los motivos de la desaparición continuarán en investigación.

El objetivo, según Freddy Sarzosa, jefe de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased), era llegar a la casa de un primo, quien vive en Lima, capital peruana.

Las identificaron

El lunes, luego de salir de la colonia de venezolanos, estaban por embarcarse en otra travesía: recorrerían 989 kilómetros para completar su meta.

Fueron a una parada de buses, donde una mujer las identificó luego de ver sus fotografías en redes sociales y la difusión que se hizo desde Ecuador. Fue a la policía peruana e informó sobre la situación.

En ese momento empezó la coordinación para traerlas de regreso con sus padres. Para escoltarlas, la general Varela y el ministro Martínez viajaron hasta Loja, en el avión presidencial con el padre de ambas

En el aeropuerto Mariscal Sucre, la madre de Sofía y Sara esperaba ansiosa. Cuando se anunció que llegaron, ella se paró y se encontró, primero, con su marido, de quien no se separaba.

Finalmente, las muchachas ingresaron. Se fundieron en un abrazo con sus padres y luego de agradecer, la familia se completó otra vez.

La alerta Emilia permite difundir imágenes en redes sociales para dar con el paradero de las personas desaparecidas. Mientras que la alerta amarilla de la Policía Internacional (Interpol) ayudó a que las imágenes de las menores de edad fueran difundidas en territorio peruano.