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Drama

Edilber (izq.) antes de tratar a su paciente pone en manos de Dios la terapia. Don Ulpiano al pie del cañón, siempre junto a su ‘ñora’.Christian Vinueza / EXTRA

“Heme aquí, envíame a mí”

Esa fue la oración que elevó a Dios Edilberto Murillo, terapista físico, quien fue la respuesta del cielo para Nila Pinargote, adulta mayor que permanece postrada en cama por causa de un aneurisma cerebral

Edilberto Murillo, de 65 años, estaba en la terminal terrestre de Guayaquil. Se dirigía a Salitre para visitar a un familiar y, para hacer más llevadero su viaje compró un ejemplar de EXTRA y leyó el drama de Nila Pinargote, publicada el 10 de enero pasado.

Al leer el drama de la adulta mayor, quien está postrada en una cama desde mayo del año pasado por un aneurisma cerebral, dijo a Dios: “Heme aquí, envíame a mí. Tengo que ir”, pues la mujer requiere de medicación y terapia física, para recuperarse prontamente.

“Siempre que puedo ayudo a la comunidad, vecinos, familiares o amigos, pero en esta ocasión me vino un deseo irrefrenable por servirla, fue escogido para esta labor, fue como un llamado. Es más, llamé ese mismo día y me dije: ‘Ojalá nadie se me adelante’”, cuenta.

Don Ulpiano Párraga, esposo y compañero de Nila durante 45 años, dice que Edilberto fue la respuesta a sus oraciones. “Pedíamos a Dios que no solo venga un profesional, sino que sea alguien comprometido, que atienda a mi esposa como si fuera su familiar y hasta ahora lo ha hecho así”, menciona.

Don Edilberto se cruza Guayaquil para atender a su paciente.Christian Vinueza / EXTRA

Terapia del cielo

Edilberto tiene aproximadamente dos semanas tratando a su nueva paciente; de los 11 días ha ido 9. Sale del dispensario médico en el que labora, ubicado en la 25 entre la A y callejón Parra y se desplaza en taxi hasta Sauces 1, vivienda de la hija de Nila.

Afirma que su tratamiento es integral, pues trabaja en el alma, la mente, el cuerpo y el espíritu. Él ora antes de hacerle los diversos ejercicios de movilidad de sus extremidades y cuello o previo a aplicar los electrodos”, relata Ulpiano.

Asegura que desde hace nueve años pone en práctica esta terapia. Empezó con su nuera, quien se había torcido un pie y no podía caminar. “No la atendían en el Seguro Social, yo le dije que vaya a mi consultorio, le tomé una radiografía y vi la luxación de su tobillo, le animé a que esta situación la ponga en manos de Dios, oramos y salió caminando. No es la primera vez, en varias ocasiones no he ni aplicado el tratamiento y el Señor los sana, es sobrenatural. Los médicos me preguntan qué hago, yo le digo que es la fe, esta mueve el brazo del Todopoderoso”, menciona.

Pañales y paños húmedos son parte de las donaciones. Con el efectivo se han comprado medicamentos.cortesía

Ayuda de nuestros lectores

Don Ulpiano Párraga, esposo de Nila, está tan agradecido con Dios, con EXTRA y sus lectores, quienes se han hecho presentes con diversas donaciones, desde contribuciones financieras, pañales y paños húmedos, pero lo que más les ha conmovido es el cariño, los mensajes y las oraciones de la ‘pipol’.

“Disculpe lo poquito, pero mis hijos pequeños, esposo y yo reunimos este dinerito para ayudar a su mamita. Ya tengo su cuenta y ojalá a futuro pueda volver a ayudar. En nuestras oraciones estarán de ahora en adelante y tenga la plena seguridad de que su esposa tendrá paz en su corazón y mientras Dios la tenga junto a ustedes estará tranquila”, este mensaje recibió don Ulpiano, quien afirma que estas muestras de cariño no tienen precio.

Detalles

  • Murillo es diácono y salmista de la iglesia Las llaves del Reino, 27 y la C.
  • Cuarenta y cinco minutos es el tiempo de terapia que Edilberto le brinda a Nila.