La estación del Ferrocarril de Chimbacalle, en el sur de Quito, fue elegida en el 2011 como el lugar más emblemático de la capital por los propios ‘chullitas’.

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Sin embargo, en la actualidad, se encuentra abandonada y los talleres que funcionan cerca se han convertido en un nicho de delincuentes, según moradores de la zona y extrabajadores de la empresa.

Las locomotoras fueron vandalizadas. Están grafiteadas y el fin de semana pasado, los ‘choros’ se ‘bajaron’ gran parte del sistema eléctrico. Las cabinas de los maquinistas se convirtieron en comedor y baños de los delincuentes.

Mariela, una moradora del sector, comentó que ella y sus vecinos se han organizado para sacar a los intrusos de las instalaciones, pero aseguró que han sido amenazados. “Dicen que son parte de una banda criminal y que no podemos tocarles o sino habrá consecuencias”.

En los talleres, hay varios huecos en las paredes por donde, al parecer, ingresan los delincuentes para esconder lo robado. Mariela también presume que esconderían droga.

Armados de valor

Otra vecina añadió que han tenido que organizarse para colocar alarmas comunitarias y cada vez que observan los pillos o consumidores de estupefacientes las activan. Los moradores salen en grupos de veinte encapuchados y con palos para sacarlos de ahí.

Sin embargo, hay sitios que son muy oscuros y a los cuales es difícil acceder.

Desde que fueron amenazados, hay vecinos que ya no activan las alarmas porque, según ellos, los pillos conocen dónde están instalados estos artefactos y los advierten que si activan de nuevo romperán los vidrios de los domicilios.

Desde el Departamento de Comunicación de la Policía del Distrito Eloy Alfaro indicaron que en ocasiones han atrapado a algunos sujetos junto a los moradores, pero no hay quien coloque la denuncia en su contra y deben dejarlos libres.

Una obra abandonada

Édison Torres era uno de los maquinistas cuando funcionaban los trenes y en la actualidad es secretario del Comité de Empresa de Trabajadores.

El dirigente mencionó que luego de hacer una revisión por el lugar, las instalaciones y las tres locomotoras están completamente destruidas y exige a las autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) que se hagan cargo de los daños o que, por lo menos, “den una respuesta de por qué dejaron sin guardianía que custodie el sitio”.

Torres añadió que han tenido varios acercamientos con ellos y también han enviado informes de la situación, pero no les han ‘parado bola’.

La mañana del martes 26 de diciembre, una comitiva del MTOP estuvo en las instalaciones, pero no quisieron dar declaraciones a la prensa. Lo único que dijeron es que estaban haciendo una inspección para determinar los daños.

Según la página de la entidad, la Escritura de Traspaso de Infraestructura Ferroviaria Nacional al Ministerio de Transporte y Obras Públicas se realizó el 5 de enero de 2022 “para marcar el inicio de una nueva era en la transportación nacional”.

Sin embargo, los extrabajadores y moradores de la zona no han presenciado ningún cambio.

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