“Ya da miedo salir en la noche. Aquí estamos acostumbrados a estar tranquilos, somos un lugar de gente humilde y trabajadora, pero ver gente rara nos asusta. Estamos nerviosos”. María (nombre protegido), habitante de la parroquia Santa Marianita, jurisdicción de la zona rural de Manta, habla rápido y se marcha.

Cuenta que el temor se inició la noche del miércoles 17 de noviembre, pues a escasos cinco minutos de donde reside hallaron quemado el vehículo que, de acuerdo con las primeras investigaciones, habrían usado los secuestradores de dos jóvenes, entre ellas la hija de José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, líder de Los Choneros.

“Nos dio miedo. Pero eso aumentó anoche (jueves) cuando llegó gente rara a nuestra zona y empezaron a tratar a la gente en tono amenazante”.

Ella, al igual que otros lugareños, también reza para que aparezcan las muchachas. Temen que atenten contra sus vidas en medio de un enfrentamiento entre bandas.

“Circulan unos audios en los que se escucha que supuestamente algo malo va a pasar y que nos encerremos y no salgamos. La verdad, tan acostumbrados estamos a la tranquilidad que pasa algo así y se nos ponen los pelos de punta”, afirma.

INTELIGENCIA

A ‘guardarse’ temprano

En redes sociales circula un video de cámaras de seguridad que sería del lugar donde las chicas fueron interceptadas y subidas a un carro al salir de un centro de cosmetología.

Una exreina de Manta, que evitó identificarse, lamenta lo sucedido con las chicas, en especial con Michelle Macías, también exsoberana de la Cámara de Comercio 2019. “Qué pena por las chicas y qué pena por el sector (Los Gavilanes) donde ocurrió, porque se vuelve inseguro”.

Y desde ese día la intranquilidad se ha instalado en Manta. José Mero cuenta que sus hijas salían a trotar por las noches, pero “de inmediato tuvimos que suspenderles la actividad deportiva. Nunca podemos descartar alguna cosa, estamos siendo preventivos, cuidamos la integridad familiar”.

Isidro Rodríguez, director de Turismo del Cabildo de Manta, cree que esta situación podría afectar la llegada de visitantes al balneario manabita.

“Desde los atentados a las Torres Gemelas en 2001 se comprueba que la inseguridad o muertes violentas afectan al turismo. Países como México y Colombia han combatido por décadas esta problemática que ahora se vive en Ecuador”, manifiesta.

El funcionario agrega que toda inseguridad por problemas sociales o fenómenos naturales afecta en la decisión de un turista al momento de viajar. En ese sentido, espera que en el país y cantón se actúe “con rigurosidad para combatir y no permitir que crezcan más los hechos por crimen organizado”.

Rodríguez pide a los mantenses y ecuatorianos unirse para fomentar un mensaje de paz. “Manta debe ser vista como una ciudad resiliente y luchadora. Anhelamos que se ponga fin a todo evento que no hable bien de nuestra ciudad”.