Eran aproximadamente las 11:30 cuando de dos camionetas negras descendieron ocho hombres armados con pistolas y fusiles. Ingresaron a la estación de servicio ubicada en la Avenida Panamericana, en el recinto Jaime Roldós, en el cantón Naranajal (provincia del Guayas), y acribillaron al dueño y a otras tres personas, de las cuales dos también fallecieron.

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Este violento hecho se registró el miércoles 30 de octubre. Dos de los tres fallecidos tenían antecedentes penales, indicó una fuente de la Policia a este Diario. En la escena del crimen se recogieron más de 30 indicios balísticos.

Las víctimas de este ataque son el empresario orense Gustavo Santana Ortega, de 71 años; su amigo Héctor Abel Borbor Cruz, de 39; y el médico Jimmy Alberto López Almea, de 63 años.

Según información proporcionada por la fuente policial, los criminales fueron directamente hacia Santana Ortega y le dispararon mientras se encontraba cerca del área de la cafetería de la gasolinera de la cual era propietario.

“Tanto él (Santana Ortega) como su amigo (Borbor) no son víctimas colaterales. Sin embargo, el doctor López había llegado a abastecer su vehículo y bajó a comprar; él trabajaba en el municipio del cantón Macara y se trasladaba a Guayaquil”, informó el investigador de la Policía.

También se reveló que Santana Ortega había recibido amenazas y contaba con un amplio prontuario, incluso por temas relacionados con el narcotráfico.

“Era una persona muy temida en Naranjal por sus vínculos con bandas delictivas, una de ellas los Choneros y temas relacionados con intimidación y expropiación de tierras. Aunque era de Santa Rosa (cantón de El Oro), residía en este cantón del Guayas hace varios años. Borbor y el hijo de Santana, quien se encuentra hospitalizado, también registran procesos judiciales”, afirmó el oficial de la Policía.

En 1999, la operación Río Grande expuso una red de narcotráfico que involucraba a ciudadanos ecuatorianos y colombianos. El 30 de agosto, inspectores de Aduanas en Miami hallaron 910 paquetes de cocaína, sumando 1.159 kg, ocultos en cajas de pescado fresco. La DEA en Guayaquil confirmó la conexión de este cargamento con un operativo previo en Ecuador, donde se incautaron 124 paquetes de cocaína (128 kg).

La organización, liderada por el colombiano Marcos Alemán Saldaña, operaba desde Ecuador y enviaba droga a Miami a través de empresas fachada. Gustavo Santana Ortega, conocido como "Ingeniero Ayala", "Ayala" o "Alava", fue implicado como miembro del grupo. Reuniones clave se realizaban en la urbanización Río Grande y en la hacienda La Carmela de Santana. Alemán admitió haber pagado a Santana $5,000 como anticipo por un vehículo, que nunca se entregó, evidenciando los pagos encubiertos a los miembros.

La investigación incluyó testimonios contradictorios de los implicados y la bitácora del guardián de Río Grande, que registró las visitas de los sospechosos. Pese a las capturas, varios 'peces gordos', incluyendo Santana, permanecieron prófugos.

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