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El guayaquileño planea en un futuro preparar comida ecuatoriana.Cortesía

Guayaquileño 'calienta' la fría capital finlandesa con sus ensaladas y batidos tropicales

Alejandro Navarrete es el copropietario de un bar-cafetería que ha despertado el interés de la ciudad de Helsinki, donde el frío dura 7 meses

En la fría capital finlandesa de Helsinki un pequeño bar hace la diferencia, 'al calentar' el ambiente con sus ensaladas y bebidas tropicales, la mayoría creadas por el guayaquileño Alejandro Navarrete.

La infancia de este 'guayaco' siempre estuvo marcada por las largas tertulias familiares en la cocina, así como la presencia de ollas y recetas. Algunas las aprendió de su abuela y otras de su hermana mayor, quien es dueña de un conocido restaurante de Guayaquil, donde la especialidad es el caldo de bolas.

Aunque el sueño de Alejandro siempre fue tener su propio restaurante, sus viajes alrededor de diversos países se lo impidieron. No obstante, el anhelo se mantuvo presente, hasta que finalmente pudo concretarlo gracias a sus conocimientos adquiridos en los hoteles y restaurantes donde laboró en Europa y al apoyo de su socio alemán.

Este aventurero, de 46 años, salió de su ciudad natal en el año 2000. Desde entonces no paró de viajar. El primer lugar al que llegó fue Australia. En Sydney vivió 3 años. Luego decidió recorrer Europa. En 6 meses tuvo la oportunidad de conocer a fondo 10 países, pero el que lo deslumbró fue España. Incluso vivió en Suiza 9 meses, por ir tras los pasos de una chica de la que se enamoró.

De regresó a España consiguió un contrato de trabajo en un pequeño hotel rural, en el sector de Peratallada, de propiedad de un finlandés, en el que hizo de todo, desde recepcionista, mesero y jardinero. En ese mismo lugar conoció a una joven que llegó a hacer prácticas y quería aprender español. Actualmente es su esposa y madre de sus dos pequeñas, Sofía, de 6 años y Adele, 4, quienes son bilingües. En Madrid está su primer hijo, un veinteañero fruto de un compromiso anterior.

Navarrete llegó a Helsinki hace 7 años donde está radicado. Fue administrador de diferentes restaurantes, el último en una cadena de restaurantes japonés-finlandés donde preparaban ramen. Un día, a fines del 2019, no le dijo nada a su esposa y renunció. La idea de tener su propio negocio jamás salió de su cabeza, por eso decidió que era tiempo de emprender y abrió el bar- cafetería Flamigo's Juice Bar, de la que es copropietario.

"El nombre habla de jugos, pero más allá de eso, lo que atrae realmente es que la cafetería es un sitio muy tropical y la gente que ha viajado y que la visita, dice que es como estar en Cuba, Miami o República Dominicana, pero para mí es la sala de mi casa. Esta es una ciudad donde el frío se mantiene durante 7 meses y el verano es tan corto que se lo vive intensamente", aseguró el guayaquileño.

El local es pequeño, tiene apenas 40 metros cuadrados donde caben un sofá, 4 mesas y unas cuantas sillas, entran máximo 20 personas. Está decorado con frutas en colores verde, rosado y turquesa.

"Para darle vida contraté a una diseñadora, me senté 3 horas con ella y captó todo lo que quería, me enseñó el resultado en 3D y me encantó", recuerda este amante del encebollado, plato que extraña y que espera poder comer de regreso a Ecuador, en un viaje que tiene previsto hacer en los próximos meses.

Su local se caracteriza por vender tres tipos de bowls veganos; seis variedades de ensaladas, donde prevalecen el salmón, queso mozarella, queso feta, guacamole, además de cuatro tipos de batidos naturales, que están identificado por colores.

El pink (rosado) lleva fresas, magos, banana. El yellow (amarillo) es más tropical, a base de piña, mango, babnana y limón. Green (verde), es una batido de aguacate, banano, manzana y un tipo de col o kale y el purple (morado) va con frutos rojos, banano, zumo de naranja y remolacha.

"El nombre habla de jugos, pero más allá de eso, lo que atrae realmente es que la cafetería es un sitio muy tropical y la gente que ha viajado y que la visita, dice que es como estar en Cuba, Miami o República Dominicana, pero para mí es la sala de mi casa".

La especialidad del Flamingo es el fish bowl, el plato más pedido, creado por el ecuatoriano, el cual contiene una gama de sabores que van entre lo salado, dulce, picante y crujiente.

Esta receta contiene arroz blanco preparado al estilo ecuatoriano, bañado con una salsa de mango, acompañado de frejoles rojos y frejoles verdes japoneses, salsa de cebolla criolla, tomate, choclo dulce, pepino curtido, salmón ahumado, ají seco, sal, mayonesa, jugo de naranja natural y más ingredientes. Estos platos tienen un valor promedio de 15 dólares, pero hay de otros precios.

"Soy un cocinero empírico que investiga, lee, y prepara. Sé cocinar arroz con menestra, arroz con mariscos, ceviches, seco de gallina y costillas", señala el emprendedor, quien habla tres idiomas y está agrandando el local, gracias al éxito obtenido y no descarta en un futuro que el sabor ecuatoriano llegue al paladar de los finlandeses.

El bar ha llamado tanto la atención de los residentes locales que un diario le hizo una reseña donde daba a conocer su historia y todo lo que brinda a sus comensales con una carta variada, quienes gustan de comer ligero, pero no pierden la oportunidad de saborear nuevas recetas como las empanadas al horno de carne, salmón, atún o las vegetarianas que Alejandro prepara.