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Judicial
Guayaquil: Tres 'narcogrupos' ansían Posorja
Miembros de Los Choneros, los aliados de Popeye y Los Lagartos pelean por apoderarse de esta parroquia rural de Guayaquil.
La tranquilidad de Posorja ha sido relegada por la violencia. La serie de asesinatos por la pugna de este territorio, iniciada en la primera semana de mayo, no pronostica un buen futuro para esta parroquia rural guayaquileña.
En la localidad, la zozobra ha invadido las calles y los lugareños temen hablar de cualquier asunto relacionado con las muertes violentas, el tráfico de armas y el de drogas. Dicen que el pueblo es pequeño, alejado de la gran ciudad y que el mayor riesgo es que “todos se conocen”.
Además, el miedo los lleva a ocultar información, tal como argumenta un tendero del barrio 20 de Septiembre, al preguntarle acerca del atentado en el que murió uno de sus vecinos, la noche del 23 de mayo, pues sostiene: “podría saber algo, pero jamás se lo diría, porque quiero estar bien, porque tengo una familia”.
Él no es el único que piensa así. Con él coinciden otros residentes, como María Rodríguez, Eddy Quinde, Robert Baidal y Edison Pacheco. Ellos no ocultaron sus nombres. “Mientras no acuse a alguien, no hay motivo para esconderse”, argumenta Pacheco.
Este último habita desde hace 30 años en Posorja y asevera que la vida en la parroquia ha cambiado en los últimos ocho meses. “Antes podía andar tranquilo, a cualquier hora, porque estamos en una población de gente humilde y trabajadora, pero ha llegado gente de otros lados y no todos vienen para hacer el bien”, lamenta.
María Rodríguez cree que eso se debe a la falta de control de las autoridades, mientras que para Robert Baidal vino de la mano del nuevo puerto de aguas profundas. Es por eso que para Eddy Quinde es necesaria una intervención de parte de las instituciones de seguridad.
Intervención
El jefe del distrito policial Progreso, coronel Iván Rodríguez, confirma que se trabaja en una intervención, para reforzar la seguridad y contener el incremento de la delincuencia organizada, pero explica que al inicio no será con un gran contingente, porque esperarán los resultados de operaciones de investigación e Inteligencia que se realizan en el territorio.
Esto es corroborado por el líder de la Dirección Nacional Antinarcóticos, general Giovanni Ponce. “Estos hechos violentos nos preocupan (...). Es necesario frenar estos actos que están ocasionando zozobra en la población”, enfatiza el oficial.
Los motivos
Para la Policía está claro que la violencia aumentó después de la “no muerte de Popeye”, así lo detalla el coronel Iván Rodríguez.
Pero ¿por qué quieren eliminarlo y por qué esta ‘narcoguerra’?
Fuentes policiales señalan que el individuo, de identidad Jonathan Quintero Cedillo, fue responsabilizado por la organización Los Choneros de la pérdida o el ‘pateo’ de un cargamento de cocaína. Eso provocó una división que llevó al surgimiento de un nuevo grupo, en el que están los aliados de Popeye.
Así, por represalias y por buscar el poder, empezaron los atentados y asesinatos entre rivales. Los primeros días la pelea fue entre esos dos bandos, pero luego apareció una tercera agrupación en la lucha: Los Lagartos. Por eso, el coronel Rodríguez convalida que son tres ‘narcogrupos’ que anhelan el control total del tráfico de armas y drogas.
El jefe zonal de Delitos Contra la Vida (Dinased), Max Rojas, ha evidenciado que la “dinámica de la violencia cambió después de julio de 2020, tras la apertura del puerto de aguas profundas. Esto es porque los traficantes buscan la forma de entrar, a pesar de los controles sofisticados. Fue así que pasamos de la violencia interpersonal a la violencia criminal”, sustenta el oficial.
Finalmente, concluye que se debe trabajar de manera ardua para evitar que Posorja sea invadida por estas mafias que se extienden rápidamente por el país.