Asumir el aumento del impuesto para que los clientes no se espanten fue lo que resolvieron las trabajadoras sexuales y comerciantes de ‘La 18’, al suroeste de Guayaquil. Lo que sí va a subir en los próximos días es el costo de las bebidas alcohólicas, advierten.

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Con la subida del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12 al 15 por ciento desde el pasado 1 de abril, los asiduos clientes de este barrio de tolerancia empezaron a preocuparse y especular sobre si aumentaría o no el valor de los servicios de las sexotrabajadoras, que actualmente se encuentra en 15 ‘latitas’, incluyendo el costo de la habitación.

Brenda Rentería, dirigente de la Asociación de Propietarios y Arrendatarios del barrio ‘La 18’, aclaró que “se hizo una reunión para analizar y se decidió no subir (de precio) el ‘punto’ porque de por sí el negocio está malo, si se lo pone más caro, van a venir aún menos clientes. Hasta el precio de los preservativos sube, así que el aumento del IVA también les afecta a las chicas, pero se mantendrá el valor en quince dólares”.

Añadió que lo que sí va a aumentar de precio, aunque no de forma inmediata, es la cerveza y los licores. “Aún se están haciendo las cuentas, pero calculo que, por ejemplo, la cerveza subirá unos 25 centavos. Los negocios aún tienen guardado (suministros de licor) que se seguirán vendiendo al mismo precio, cuando se termine empezará a subir”, aseguró.

Jonathan, cliente de esta zona de placer, se ‘desinfló’ al conocer sobre el incremento de las ‘bielas’, pues es un golpe directo al bolsillo. “Uno no siente tanto si solo se toma una o dos (cervezas), pero si te quieres tomar una jaba -es decir, 12 ‘pescuezudas’- sale tres dólares más cara; si te tomas dos (jabas) son seis ‘latas’. Es plata”.

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Los vendedores de comida también han preferido congelar los precios, ganar menos, pero mantener la cantidad de comensales, antes de arriesgarse a subirlos y perder la poca clientela. Por eso, Plácido Guaspa, dueño de una carreta de venta de fritada dentro de ‘La 18’, mantendrá sus precios de dos y tres ‘latas’ por el plato mediano o grande.

“Yo compro los insumos en cantidad, por eso aún no siento el golpe económico, pero cuando se me acaben el aceite y los condimentos lo voy a notar; el chancho, que sí compro a diario, aún se mantiene al mismo precio”, aseveró.

Los dueños de otros comedores al interior y en los alrededores de ‘La 18’ señalaron que otra opción es ponerle menos ‘papa’ a las comidas para mantener el precio sin pérdidas, pero “si el cliente se fija, se va y no vuelve”.

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