Todo fluye. O al menos eso se ve. Pero en los guayaquileños aún persiste la incertidumbre sobre nuevas protestas y sobre todo si el movimiento indígena logrará llegar o no a la ciudad. Pese a ello, los ciudadanos intentan retomar la normalidad de sus actividades o eso se observa en un recorrido que realiza EXTRA por la ciudad, luego de una jornada de protestas y de movilización ciudadana ayer, cuando la ciudad cumplió 199 años de su independencia.

El Puente de la Unidad Nacional, puerta de entrada al Puerto Principal desde varias provincias de la sierra centro, amaneció abierto a la circulación vehicular, pero bajo resguardo policial y militar. Todos sus carriles en ambos sentidos fueron abiertos para el libre tránsito. El flujo vehicular en el norte de la ciudad es normal, así como en los alrededores del mercado de Sauces 9. Ahí Cecilia Perdomo intentaba negociar un mejor precio con un vendedor de verduras del lugar. Los 60 centavos por el precio de la libra de papa le parecía excesivo, cuando en la lista de precios decía 50 y antes pagaba 35 centavos de dólar. “No me queda nada más que pagar, sino cómo cocino hoy”, reclamó la ciudadana.

El flujo de personas empieza a retornar a su normalidad en la Terminal Terrestre de Guayaquil. Lo que antes era un lugar desolado, ahora recobra algo de vida, todavía no como antes. Algunas de las boleterías permanecen cerradas y otras abiertas. Según el subgerente general de la Terminal, Jorge Pinto, 30 cooperativas están abiertas y se reabren dependiendo de las carreteras habilitadas. “Con el pasar de los días el flujo ciudadano y las operaciones de las cooperativos se están restableciendo... Estamos seguros que esto de estabilizará con el pasar de los días”. A horas de iniciar un feriado, Pinto informa a los ciudadanos que tanto la Terminal de Guayaquil como la de Pascuales contarán con seguridad para la confianza de los ciudadanos.

En el centro de Guayaquil, donde ayer, 9 de octubre de 2019, se realizaron varias protestas y una marcha ciudadana en contra de la violencia, la misma afluencia de personas que como en un día normal. Los locales comerciales de la avenida 9 de Octubre abrieron sus puertas para intentar vender algo y recuperar lo que no han podido ganar en estos últimos días. Así como las instituciones públicas como el Registro Civil, el Banco del Seguro Social y otras.