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El bus fue incendiado en la tarde del martes 25. La Fetug analizó suspender el servicio general.CHRISTIAN VASCONEZ

Bajo amenazas y fuego: así trabajan los transportistas en el norte de Guayaquil

Los supuestos culpables de incendiar un bus se habrían hecho pasar por pasajeros. Estos prendieron el fuego desde el interior de la unidad

Los vecinos del viaducto de La Prosperina, al norte de Guayaquil, vivieron momentos de terror por un atentado a un bus de servicio urbano, en cuyo interior viajaban usuarios.

La tarde del martes 25 de julio, los habitantes de ese sector gritaron de pavor al notar que un vehículo de transporte que circulaba por la zona se incendiaba luego del ataque de dos delincuentes.

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La unidad pertenecería a la cooperativa Ciudad de Guayaquil (línea 6), que recorre Urdesa, Entrada de la 8 y AGA, zona en la que fue vandalizada.

Una fuente reservada contó a EXTRA que los dos sujetos que provocaron el siniestro se habrían subido al bus como pasajeros y, al cabo de pocos minutos, desde la mitad del articulado, regaron gasolina en donde pudieron y lanzaron un fósforo para que se prendiera todo. “Si no hubiera sido por los vecinos, se quemaba el bus completo”, dijo la fuente.

Al verse acorralado por la llamarada, el conductor, quien también es el propietario, optó por darle marcha al vehículo. Sin embargo, esto no fue posible, pues el automotor “murió” a los pocos segundos. “No encendió más y no ha podido laborar en estos días”, indicó. 

En la misma tarde del martes 25, otros dos casos de incendio a buses de transporte fueron reportados. Solo en uno de ellos se pudo detener a los supuestos culpables.

IGUAL LOS BALEAN

Marlene, nombre protegido y dueña de un bus de transporte urbano de la cooperativa José Joaquín de Olmedo, afirma que los conductores y dueños están expuestos a todos los peligros, pues no cuentan con ningún respaldo.

“En el caso de nuestra cooperativa, pagamos dos dólares a diario a una empresa para que nos brinde seguridad, pero igual nos balean los carros, se suben a robarnos o hasta nos extorsionan”, expresa la afectada.

Por esta razón, ella prefiere perder lo material y no lamentar el fallecimiento de alguien. “Les hemos dicho al chofer que no ponga resistencia porque las armas que ellos cargan son más fuertes y, si forcejean, podrían causar hasta algún accidente más grave”.

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