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La planta baja del inmueble fue cercada con una cinta que dice "peligro".CHRISTIAN VASCONEZ / EXTRA

En Guayaquil, una casa es 'dulce' para los choques

Este año, dos accidentes de tránsito debilitaron la estructura. La perjudicada dice que ha pedido poco dinero de los implicados para repararla.

Un pequeño departamento se ha convertido en el hogar de Nancy Aguirre desde junio pasado. El espacio es reducido como para que ella habite allí, a sus 82 años. Sin embargo, no tiene opción. Dos choques debilitaron la estructura de la casa donde vivía y la compensación económica de los implicados ha sido escasa.

La vivienda está ubicada en las calles Esmeraldas y Portete, en el centro-sur de Guayaquil. El primer accidente ocurrió en junio del lado de Esmeraldas. Un auto se estrelló contra uno de los pilares. Además, averió una banca metálica que había en la vereda.

Al domicilio tuvieron que ponerle cañas que van desde la segunda planta hasta el suelo, para darle algo más de estabilidad. Ese planta está compuesta por paredes de cemento y piso de madera.

Abajo funcionaban dos negocios, cuyos propietarios pagaban arriendo a Nancy. Pero ante el visible daño de la propiedad, el Municipio clausuró los locales. Esto provocó que la adulta mayor se quede sin esos ingresos.

Con ayuda de sus hijos contrató a un abogado para ver si por la vía legal se puede obtener el pago para reparar el deterioro. Hasta ahora, el resultado no ha sido satisfactorio.

“El señor del carro nos reconoció como 350 dólares”, cuenta, respecto al dinero que le entregó el involucrado. Esa plata no le alcanza para las reparaciones necesarias, dice.

Doña Nancy padece diabetes, hipertensión, problemas con la tiroides y artrosis en una rodilla, lo que le dificulta caminar. A pesar de su estado, va de un lado a otro haciendo trámites.

"La casa no está así porque se esté cayendo sola, es por los accidentes de carros que han ocurrido. En esta zona hay mucha imprudencia de los conductores”.Nancy Aguirre, afectada.

El último incidente ocurrió a las 03:00 del domingo 21 de agosto. Un vehículo gris que colisionó con otro carro luego se fue contra un pilar de la edificación, del lado de Esmeraldas, derribándolo. El inmueble no colapsó, pero quedó más endeble.

Tres días después, aún quedaban piezas del automotor esparcidas por la vereda. Mientras que el pedazo de pilar también podía verse ahí todavía. Toda la zona que va debajo de la planta superior permanecía con una cinta amarilla con la palabra ‘Peligro’, bloqueando el paso peatonal.

Con esta reciente tragedia se repite la pesadilla: andar de aquí para allá, intentando que le reconozcan algo de dinero para arreglar su propiedad.

La vivienda tiene aproximadamente 50 años. Doña Nancy refiere que, pese a tener ese tiempo en pie, ni siquiera los sismos que han ocurrido desde 2016 dejaron daños en su casa.

Uno de los pilares fue tumbado a consecuencia del último accidente.CHRISTIAN VASCONEZ / EXTRA

La señora comenta que en esa esquina, además de los choques contra su casa, han ocurrido otros, principalmente en la madrugada, pues como los semáforos no funcionan en ese lapso, los conductores pasan ‘soplados’ por allí.

Frente a esta realidad, la familia considera necesario que el Cabildo coloque barandas de protección o la Autoridad de Tránsito y Movilidad disponga que sus agentes controlen ese punto.

La preocupación de doña Nancy es que pase el tiempo y no logre resolver su problema. La casa requiere reparación urgente.