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La ‘pipol’ se reúne para hacer la respectiva minga del lugar.Romina Almeida / EXTRA

Guayaquil: Abandonado parque de Isla Trinitaria, Municipio ni Miduvi se hacen cargo

El jardín lineal del Salado, de la cooperativa Nuevo Ecuador 3, está a la buena de Dios. Los moradores ponen de su billete para reparar luminarias y juegos

Abandonados. Así se sienten algunos habitantes de la cooperativa Nuevo Ecuador 3, en Isla Trinitaria, suroeste de Guayaquil. En dicho sector, en 2014, se construyó el parque lineal del Salado, sitio de esparcimiento que alegró a decenas de familias que tienen como ‘vecino’ al estero.

La construcción fue en el gobierno de Rafael Correa, y el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) estaba encargado de podar y limpiar el sitio, pero de un momento a otro dejaron de hacerlo. “Y para que no quede en nada, enviamos un proyecto al Miduvi para que la comunidad haga la guardianía y la limpieza, pero que haya una remuneración. Ellos hicieron un llamado y hasta allí llegó”, cuenta Julio Freire, líder comunitario.

En vista de que el ente gubernamental no ha respondido, los moradores recurrieron al Municipio de Guayaquil.

“Nos dice que eso no es su competencia, sino del Miduvi. Y el gobierno central responde que está en proceso de entrega al Municipio. En resumen, nadie hace nada, pero eso sí, los impuestos municipales sí nos cobran y aplican coactiva cuando no pagan. Y el famoso proceso de entrega lleva años, desde el 2016”, sostiene Freire.

Camello’ comunitario

Desde entonces él y los vecinos se han encargado de las mingas y la ‘pipol’ sale con machete, escobas y recolectores de basura para darle el respectivo mantenimiento.

Pero eso no es todo, residentes con conocimientos en soldadura, electricidad, carpintería, agricultura, han apoyado con sus habilidades.

Según el líder barrial, un promedio de 55 familias viven frente al parque lineal.  

Se han ‘parchado’ los juegos infantiles del parque, cuya oxidación ha corroído una rueda giratoria. Asimismo, cuando se ha dañado alguna luminaria, ellos la reparan y le cambian el foco. También han reemplazado piezas de madera, las cuales se han deteriorado por el sol y las lluvias.

Fulgencio Mieles ha sembrado algunas frutas, verduras y hierbas en el parque.Romina Almeida / EXTRA

Y para aprovechar la tierra, algunos habitantes han creado pequeños huertos, cuyas cosechas comparten entre ellos.

“Hace cinco años he sembrado papaya, maracuyá, fréjol, yuca, mango, camote, granada, pitahaya, guanábana, oreganón, tomate, entre otras frutas, verduras y hierbas, cultivadas con abono orgánico”, dice Fulgencio Mieles, quien reside en el lugar hace más de dos décadas.

Que no ‘brote’ la delincuencia

Si los moradores no cortan la maleza y con recursos propios no mantuvieran medio iluminado el lugar, el parque sería nido de antisociales o consumidores de drogas, aseguran.

Y de no realizar las mingas, los charcos en invierno son el lugar perfecto para la proliferación de mosquitos y la aparición de enfermedades, como el dengue.

Para rematar, en el recorrido que EXTRA realizó se pudo ver que una parte del parque servía como ‘parqueadero’ de tachos recolectores de basura. Por allí suelen pasar los encargados de la limpieza de la zona, pero esta tarea la sigue haciendo la comunidad.

En un rincón del parque, tachos recolectores permanecen 'parqueados'.Romina Almeida / EXTRA

Municipio contesta, Miduvi, no

“La obra está bajo la administración del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), por lo tanto, el Municipio de Guayaquil no puede realizar ningún tipo de mantenimiento agronómico o civil en el mismo. Estamos prestos a recibir la competencia, a través de un convenio interinstitucional para el mantenimiento del mismo”, fue la respuesta enviada a EXTRA por el Cabildo.

Solicitamos al Miduvi un pronunciamiento al respecto, pero no han respondido.    

“Propusimos al Miduvi que los moradores hagan guardias y limpieza, pero con una paga. Mejor que sean de aquí; si son de otra zona es más probable de que los corran”.Julio Freire, líder barrial
Varios de los juegos infantiles han sido parchados por los vecinos.Romina Almeida / EXTRA