Exclusivo
Especial
Guayacos de sangre farrera y alegre
El centro de la ciudad ve resurgir a un sector afectado por la pandemia, el de la diversión. La zona rosa recobra vida
El freno provocado por la pandemia parece irse soltando. Las tardes y noches de farra y diversión vuelven a dar brillo al Guayaquil de siempre.
La calle Panamá, convertida en estos días y durante todos los fines de semana de octubre en peatonal, es una de las más visitadas por familias y amigos que buscan entretenimiento, relax y disfrutar de la buena comida y variadas bebidas.
A esta se suma, por la misma zona, el ‘renacer’ de El Colonial, uno de los más tradicionales bares de la ciudad, que opera en una réplica de la preciosa casona del poeta Ángel Felicísimo Rojas.
Funciona desde 1982 y fue creado por Miguel Salinas, un chileno que se casó con una ecuatoriana. Empezaron con música folclórica, con danzas y bandas. Durante la pandemia, al igual que la mayoría de bares y discotecas del sector, debió cerrar sus puertas.
Con su reapertura, que se dará hoy, ya son al menos una decena los locales, convertidos ahora en restobares, que vuelven a dar vida a la zona rosa porteña.